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Desde un punto de vista científico |
Que
la teoría darvinista tiene detractores, ya se sabe. Que los
argumentos de los detractores sean conocidos, eso ya es otra historia.
Quizá sólo en el ambiente cultural norteamericano
se ha extendido la polémica y los argumentos consiguen llegar
al gran público. De hecho, este libro ha sido uno de los
bestsellers más exitosos de Estados Unidos en los últimos
años. | |||||
Algunos ejemplos | De
hecho, el autor del libro se atreve a afirmar que: Los fósiles,
cuando son analizados objetivamente, más que respaldar la teoría
darvinista, nos disuaden de ella. Por eso Zuckerman no ha dudado
en desmentir lo que tantas veces se nos presenta como verdad evolucionista.
Por ejemplo, sus mediciones biométricas del Australopithecus
le lleva a concluir que no está nada claro que andase de forma
parecida y erecta como el hombre actual. No obstante, en los reportajes
televisivos nos dan a entender que la evolución es manifiesta
por el parecido en andar del Australopithecus y el hombre actual. Una de las ventajas actuales es que la ciencia ha avanzado notablemente en disciplinas como la genética. Darwin no podía siquiera imaginar el aparato científico que iba a permitir replantear científicamente sus teorías. Hoy en día: los expertos fósiles y los biólogos moleculares están entrando en conflicto. Los biólogos moleculares se encuentran en disposición de argumentar que los seres humanos somos descendientes de una mujer aparecida en África hace 200.000 años. Todos los fósiles que salgan de estos parámetros no pueden incluirse en la especie humana. Este simple dato incontestable, desbarata la mayoría de propuestas teóricas de los paleontólogos. El libro presente se deja leer bien y casi constituye una novela de intriga científica, que permite mantener la atención del lector. | |||||
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