Un maratón sólo con brazos
El ex piloto de Fórmula 1 Alex Zanardi será hoy uno de los 36.000 participantes en la carrera de Nueva York. Hace seis años perdió las dos piernas en un accidente y hoy correrá en una bici de mano adaptada.
JOSÉ CARLOS CARABIAS
4-11-2007 ABC
El diluvio
Henryk Sienkiewicz

 

 

 

Aunque sin piernas no para de correr

        El maratón de Nueva York es la pasarela pública del desafío personal. Una cita con las celebridades del deporte que promulgan cada año su anonimato, su estímulo individual para retar al cuerpo humano y la naturaleza de los 42,195 kilómetros. A la lista del pasado (Lance Armstrong, Laurent Jalabert, Luis Enrique) y del presente (el piloto de ING Renault Heikki Kovalainen) se ha unido otro ex de la Fórmula 1, Alex Zanardi.

        Más que un ex piloto, Zanardi es en realidad un superviviente. Nacido en Bolonia hace 41 años, recorrió todas las categorías del automovilismo hasta instalarse en el pelotón intermedio de la Fórmula 1. Debutó en Jordan en 1994, bajó a segunda durante cinco años en la Champ Car, y regresó al "paddock" de las estrellas con Williams en 1999 antes de amarrar definitivamente en 2001 en la Champ Car. Una especie de Alex Wurz o así.

        La historia de Zanardi cambió para siempre el 15 de septiembre de 2001. El coche de su compatriota Alex Tagliani le embistió y partió su bólido en dos. El terrorífico accidente en el circuito de Lautzig (Alemania) fue un jeroglífico para los médicos del hospital, que salvaron su vida, pero no sus piernas. Zanardi perdió cuatro litros de sangre aquel día.

        Discapacitado, pero no enterrado. Desde entonces su vida es un ejemplo de perseverancia en persecución de su antigua vida, de su pasión por el automovilismo, las ruedas, las válvulas, las manchas de aceite...

        En aras de su voluntad, el italiano ha adaptado los coches a su hándicap físico. Ha competido en campeonatos de karts y en el Europeo de Turismos gracias a un peculiar sistema desarrollado por los ingenieros. Conduce con un acelerador de mano, emplea los dedos para accionar la paleta del cambio de marchas y frena con un diseño especial ideado para él, el "footwell", un pedal vertical que controla con el muslo.

        En su escalera de color por la constancia, hace un año volvió a pilotar un fórmula 1 por deferencia de la escudería BMW. Un bólido adaptado a sus manos. Y ahora su próximo reto es el maratón de Nueva York, sede donde repite Lance Armstrong convenientemente patrocinado.
Zanardi concursará con una bicicleta de mano, "handbike" en el argot. Un artilugio de tres ruedas concebido a ras de suelo ideal para cualquier tipo de persona que tenga lesiones o carencias en las extremidades. Con sus 27 marchas y su postura diseñada para la movilidad del tronco, el ex piloto pretende acabar los 42 kilómetros como si nada. Al impulso de sus brazos.