Amor de padre
Arquitectos de la cultura de la muerte
Donald De Marco, Benjamin D. Wike
Es la historia de un padre australiano cuya mayor ilusión era competir el Ironman de Australia al lado de su hijo, que había nacido con parálisis cerebral. Este padre nunca vio la situación de su hijo como un obstáculo y entrenó muy fuerte junto con su hijo durante varios años hasta que llego la hora.
Teniendo ya aproximadamente 60 años se inscribió con su hijo al Ironman. Esta es una prueba para gente grandiosa; gente con mentalidad ganadora y con fuertes convicciones. Terminar el Ironman es algo en realidad sorprendente. La prueba está compuesta por tres partes comenzando casi siempre al amanecer:
Sin Excusas
Kyle Maynard

1.- Nadar en el mar o en un lago un tramo de 4 kms (con el frío de la mañana).

2.- Salir de nadar y tomar la bicicleta de ruta y recorrer un trayecto de 180 kms ininterrumpidos, con subidas y bajadas muy pesadas.

3.- Terminando la ruta de bicicleta, se finaliza la prueba con un maratón de 42,5 kms, agotador tanto física como mentalmente.

        Los campeones del mundo lo hacen en 8 horas 15 minutos aproximadamente. Uno de tantos que compitieron –Mexicano– terminó en la última edición su primer Ironman de Australia en un tiempo de 12 horas 8 minutos.

        El australiano de la historia lo terminó en casi 17 horas, con las autopistas, circuitos, etc. cerrados todavía para el transito habitual, pues en este caso, al ver la prueba y quien la estaba ejecutando, los dejaron cerrados hasta que terminara por completo, ¡y se hizo de noche! Lo más bonito y sorprendente de esta persona y las que hacen este tipo de eventos, es que son personas más fuertes mentalmente que físicamente: ¡y logró terminarlo con su hijo! Es realmente es motivante y fuerte.

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