Un magistrado Constitucional alemán defiende la medicina paliativa frente a la eutanasia
El progreso de la ciencia está en el respeto al Derecho y la ética, según Winfried Kluth.
Intervención de Winfried Kluth
Sin miedo: cómo afrontar la enfermedad y el final de la vida
Miguel Ángel Monge

        El juez del Tribunal Constitucional de Sachsen-Anhalt (Alemania) Winfried Kluth aseguró en la Universidad de Navarra que el respeto al Derecho y a los principios éticos es el fundamento para el progreso de la ciencia. En un seminario sobre “Cuestiones jurídicas actuales de Bioética” organizado por el centro académico, defendió la medicina paliativa en enfermos frente al uso de alternativas como la eutanasia.

        Para este catedrático de Derecho Público de la Universidad de Halle, resulta crucial que tanto la ciencia como la legislación “tomen decisiones que se adapten a los principios del Derecho y la moral y no se dejen llevar únicamente por la idea de avance”. Así, criticó la solicitud en el Reino Unido de aplicar la eutanasia activa en bebés con graves anomalías y la propuesta de científicos del mismo país para crear embriones humano-bovinos.

        El experto, que es también miembro de la Academia para la Ética en la Medicina en Göttingen y de la Sociedad Alemana de Derecho Sanitario, indicó que, frente a la aplicación de la eutanasia, la tarea de la medicina, la investigación y la sociedad es “disminuir los padecimientos y ayudar a las familias”. Sobre la “fabricación” de seres vivos mediante la unión de componentes genéticos humanos y animales apuntó que “conduce a riesgos incalculables”.

Lagunas en la legislación

        Con respecto a los ensayos con embriones, señaló que en la ciencia hay muchos caminos para investigar, “pero el elegido debe estar permitido por la ética y el Derecho”. En este sentido, añadió que investigaciones como las citadas no son permisibles al tratar a las personas exclusivamente como objetos: “Su cualidad de portadores de derechos humanos universales, como lo admitimos en Alemania, no es respetada y por ello hay que rechazarlas”.

        Asimismo, Winfried Kluth apuntó que el progreso científico que se espera en el campo de la investigación con y en embriones “es una mera esperanza”. Recordó que existen pocos resultados en animales y que las promesas de curar tantas enfermedades graves “no tiene un fundamento serio”. “Se debería prestar mayor atención a trabajos menos espectaculares que se llevan a cabo para contribuir a la salud de los seres humanos”, subrayó.

        Por último, se refirió a las lagunas que existen para proteger a los embriones en la legislación tanto anglosajona como continental. “En Gran Bretaña, por ejemplo, no hay ninguna protección efectiva por su concepción pragmática de la ética y el Derecho”. Para el profesor Kluth, mejorar este aspecto es una meta importante para la Unión Europea. “La Carta de Derechos Fundamentales contiene para ello afirmaciones positivas en el artículo 3, pero carece de una prohibición de la investigación”, concluyó.