Células madre: problemas y alternativas

Las posibilidades terapéuticas que abren las investigaciones sobre las células madre van unidas a un debate ético. Por un lado están los que defienden que se puede experimentar con células madre procedentes de los embriones sobrantes de tratamientos de fecundación in vitro o de los que se puedan crear con fines experimentales. Por otro, los que consideran que ese uso atenta contra la vida humana –puesto que su utilización supone destruir al embrión– ofrecen la alternativa real y sin problemas éticos de utilizar las células madre de tejidos adultos. Los que optan por la experimentación con este tipo de células, no lo hacen arbitrariamente, sino que tienen sus razones no solo éticas sino también científicas.

Javier Táuler. Aceprensa. Servicio 151/02. 20/11/2002

Presión de los rectores         La clonación o la experimentación con embriones sobrantes de tratamientos de fecundación in vitro son algunos de los temas que se debaten con más frecuencia en los medios de comunicación. Con este motivo, algunos países están revisando su legislación.
En España, los partidarios de investigar con embriones humanos presionan para que puedan utilizarse con este fin los más de 35.000 embriones congelados que almacenan las clínicas de fertilidad del país. A finales de octubre, treinta y cuatro vicerrectores de universidades públicas han enviado una carta al ministro de Ciencia y Tecnología, Josep Piqué, pidiendo que se autoricen experimentos con células madre embrionarias “mediante la utilización de embriones congelados disponibles o de aquellos que se puedan generar para su uso en terapia celular”.
La situación en el mundo

        En la laica Francia el Código de Salud Pública estipula que “está prohibida toda experimentación con el embrión humano”. Sin apartarse de esta postura, el ministro de Sanidad del anterior gobierno socialista autorizó la importación de células madre embrionarias, justo antes de abandonar su puesto. Pero, a instancias de la Alianza por los Derechos a la Vida, el Consejo de Estado ha suspendido por cuatro meses esta autorización hasta que se pronuncien los tribunales.

        Alemania siempre ha sido el país europeo más reticente a la instrumentalización del embrión, y su legislación solo permite generar los embriones necesarios para implantarlos en tratamientos de fecundación in vitro. Sin embargo, una “solución de compromiso”, adoptada por el Parlamento a fines de enero, permite la importación de células madre embrionarias procedentes de cultivos ya existentes (ver servicio 19/02).

        Australia ha autorizado la experimentación con embriones humanos sobrantes de la fecundación in vitro, pero no con embriones nuevos, al menos durante tres años. En China se permitirá este año la experimentación con embriones humanos, no solo dentro de los catorce primeros días, sino hasta la cuarta semana. En Estados Unidos la ley no prohíbe la experimentación con embriones; pero Bush decidió que sólo habrá financiación con fondos federales para las investigaciones con células madre obtenidas de tejidos adultos y del cordón umbilical y también para las investigaciones con líneas de células madre embrionarias ya existentes, no para la creación de nuevas líneas que impliquen la destrucción de embriones.

        En la UE, el VI Programa Marco de Investigación, que durará hasta 2006, no ha incluido en su financiación las investigaciones con embriones congelados. Cuatro países (Alemania, Italia, Irlanda y Austria) han rechazado que el presupuesto comunitario financie este tipo de investigaciones. Sobre esta cuestión habrá una moratoria hasta el final de 2003.

Alternativas a las células embrionarias

        La utilización de células madre del cordón umbilical y la placenta o de médula ósea y otros tejidos adultos son alternativas válidas a la utilización de las embrionarias.

        En 1992 se publicaron las primeras experiencias que demostraban que las células madre de tejidos adultos se podían diferenciar en células de su mismo tejido celular (Proc Natl Acad Sci 89: 8591, 1992; Science 255: 1717, 1992; Proc Natl Acad Sci 94: 14832, 1997), es decir, que mostraban más plasticidad de lo que en principio se creía.

        En noviembre de 2001, en la reunión anual de la Asociación Americana del Corazón, celebrada en Nueva Orleans, un equipo del hospital Bichet de París, dirigido por Philiphe Menache, presentó la primera experiencia clínica de transplante autólogo de mioblastos, utilizando para ello células madre de músculo del propio paciente.

        Pero no solo se han podido recuperar tejidos dañados, sino que se ha conseguido también con células madre de otro tejido distinto. En febrero de 2000, Paul Sanberg presentó, en el congreso de la Asociación Americana para el Avance de las Ciencias, experiencias que demostraban que es posible regenerar tejido nervioso deteriorado por un ictus, cuando a los animales se les inyectaban células del cordón umbilical por vía circulatoria (Nature Med 6: 1282, 2000).

Las células madre adultas

Tomadas de la médula ósea

        En febrero de este año la Clínica de la Universidad de Navarra realizó la primera cirugía de regeneración cardíaca tras un infarto, mediante la implantación en el corazón de células madre de músculo del propio paciente, una persona de 70 años. Hasta el momento la técnica se ha aplicado en ocho pacientes.

        El pasado junio, la revista Nature (20-VI-2002) publicaba los resultados de un trabajo realizado por el equipo de la doctora Catherine Verfaillie, directora del Instituto de Células Madre de la Universidad de Minnesota (EE.UU.). En él se revela que en la médula ósea hay un tipo de células madre que presentan gran versatilidad y se multiplican indefinidamente sin perder capacidad de diferenciarse en distintos tejidos.

        En septiembre, un equipo médico del Hospital Clínico de Valladolid, implantó, por primera vez en España, células madre adultas procedentes de la propia médula ósea del paciente.

Los únicos resultados positivos

Las células madre adultas han permitidomás avances en la lucha contra la diabetes

        Las investigaciones basadas en células madre de tejidos adultos son las que hasta hoy han avanzado más en el tratamiento de la diabetes y las únicas que han alcanzado la fase clínica. Este mensaje, esperanzador y cauto, fue difundido por la plataforma de científicos y bioéticos “Hay Alternativas”, en la mesa redonda celebrada en el Colegio Oficial de Médicos de Madrid el 14 de noviembre, Día internacional de la lucha contra la diabetes.

        Los investigadores participantes en el acto manifestaron que las terapias con células madre adultas empiezan a ser una realidad, mientras que las que implican la destrucción de embriones humanos son todavía meras hipótesis. Sin embargo, estos avances estaban siendo silenciados en España por los que quieren hacer creer a la opinión que lo más avanzado y decisivo es investigar con células madre embrionarias.

        El Dr. Pedro Cuevas, del Servicio de Histología del Hospital Ramón y Cajal de Madrid, mostró algunos artículos recientes de revistas científicas (Lancet, Neuroscience, Circulation), que recogen resultados positivos del tratamiento a diabéticos con implantes de células madre adultas de la propia médula ósea o de células de los propios pacientes.

Los verdaderos intereses

        ¿Por qué, entonces, hay tanta presión mediática para que se autorice la investigación con células madre embrionarias? Cuevas acusó a algunas pequeñas compañías de biotecnología que están “inflando la burbuja y vendiendo ilusiones, no realidades”, con el objetivo de que suban sus acciones. En cambio, los grandes laboratorios no están invirtiendo en esta línea de investigación, lo cual es un indicio de que no hay resultados muy prometedores. Además, la investigación con células madre está autorizada desde hace tiempo en algunos países, y sin embargo por ahora no se conocen sus avances.

        Entre los interesados en la investigación con embriones humanos también se mencionó a las clínicas de reproducción asistida, para las que resultaría un alivio liberarse de los embriones congelados que ya no van a ser utilizados.

Incuestionable su naturaleza         Pero, ¿por qué poner reparos a utilizar como materia prima para investigación embriones que nadie quiere? El Dr. Joaquín Ojeda, neurólogo del Hospital Universitario La Paz (Madrid), afirmó que desde el punto de vista ético no es admisible destruir vidas humanas con el fin de investigar para la curación de otras. Hasta ahora, el embrión en fase de blastocisto (7-14 días) es poco conocido, pero cuando se investiga se observa que no es un conjunto amorfo de células. Como titulaba un reciente artículo publicado en Nature (julio 2002), “El embrión: somos como somos desde el momento de la fecundación”.
Lo que en realidad sucede

        Los ponentes advirtieron que en España algunos científicos, interesados en buscar financiación para su línea de investigación en células madre embrionarias, estaban favoreciendo una presión mediática basada más en hipótesis que en realidades. Y esta presión ha sido capitalizada con fines políticos por la oposición contra el gobierno. Como ejemplo, se mencionó el acuerdo de la Junta de Andalucía con el Dr. Bernat Soria, para la investigación con células embrionarias.

        Estos científicos han logrado que el presidente de la Federación Española de Diabéticos se sume a su reivindicación de utilizar los embriones congelados, asegurando que las células madre embrionarias son indispensables en la lucha contra la diabetes. Sin embargo, el Comité Independiente de Diabéticos, representado en la mesa redonda por María del Valle, no comparte esta postura de la Federación y considera que los enfermos no han sido debidamente informados del estado actual de la investigación en este campo.