Contra la medicina del deseo.

Los asistentes al Congreso escuchan atentamente las propuestas que desde el estrado les hacen los representantes de más de 1.000 médicos católicos
Las 8 propuestas de los médicos católicos
El XXII Congreso Mundial de la FIAMC concluye también que “el orden internacional actual condena a los pueblos a vivir en la pobreza”.
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En los descansos se intercambian opiniones y se debaten las diferentes propuestas alternativas para erradicar la pobreza en el mundo

        “Continuaremos ejerciendo presión para conseguir el respeto por los derechos humanos”, dice la última de las ocho propuestas de los médicos católicos que, del 11 al 14 de mayo, aglutinaron en el Palacio de Congresos de Barcelona a más de 1.000 médicos de todo el mundo. El reto común: La erradicación de la pobreza en la era de la globalización.

        Venidos desde 78 países, los médicos católicos presentaron sus conclusiones en la última sesión del XXII Congreso Mundial de la FIAMC. Ocho propuestas que vienen a rechazar cualquier aspecto, dentro de la práctica cotidiana del médico, que promueva “la llamada medicina del deseo”. La globalización insolidaria; los lobbies internacionales que promueven la eutanasia, el aborto, la anticoncepción y la esterilización; y la dejadez de las instituciones internacionales, sobre todo de los países más ricos, están en el punto de mira de esas conclusiones.

        Las propuestas también reconocen y apoyan la globalización entendida como una herramienta para “romper las barreras de la marginalidad”, así como el mantenimiento del respeto a la vida y los valores culturales y familiares que practican muchos países pobres. Con la promesa, también, de cooperar con los organismos internacionales que promuevan la globalización positiva, la FIAMC clausuró un congreso del que han surgido multitud de ideas alternativas para paliar la actual situación de miseria en que viven millones de personas en el Tercer Mundo.

        Éstas son las conclusiones de los médicos católicos surgidas del Congreso:

  1. El orden internacional actual condena a los pueblos a vivir en la pobreza y la miseria, realidad que es injusta y se opone a la Voluntad de Dios.

  2. Nosotros, los Médicos Católicos, rechazamos cualquier tipo de globalización que comporte la explotación de los pueblos más indefensos, el aprovechamiento de sus recursos naturales y que provoque la destrucción de su entorno ambiental. También rechazamos la explotación laboral allí donde se produzca.

  3. Rechazamos aquellos aspectos de la medicina occidental que promuevan la llamada ‘medicina del deseo’, mientras que por otro lado una gran parte del mundo está condenada a subsistir sin atenciones sanitarias básicas, comportando altos índices de mortalidad infantil y materna y expectativas de vida realmente bajas.

  4. Condenamos las presiones ejercidas por algunas organizaciones internacionales que fomentan la aceptación de técnicas reproductivas poco éticas como son el aborto, la anticoncepción, y la esterilización.

  5. Aplaudimos la globalización que promueva causas positivas, como el respeto por la vida, y la solidaridad entre los pueblos, países y clases sociales. Esto permitirá romper las barreras de la marginalidad y encabezar la verdadera promoción de la salud.

  6. Reconocemos que muchos países pobres mantienen sus valores culturales y familiares; el respeto a la vida que debieran ser aceptados en todas las culturas occidentales.

  7. La FIAMC pretende cooperar con los organismos internacionales, los programas de aprendizaje a distancia y los programas educativos de la salud, que promueven una globalización positiva, encabezada por la igualdad entre las naciones.

  8. Asimismo continuaremos ejerciendo presión sobre las organizaciones internacionales para conseguir el respeto por los derechos humanos