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Profesor Leone: Ante todo, hablemos desde un punto de vista clínico: las células procedentes de embriones nunca han sido utilizadas y ciertamente no han demostrado capacidades terapéuticas. Por el contrario, las células madre del adultos al igual que las del cordón, han demostrado su validez en los trasplantes de médula, por ejemplo, en el caso de enfermos de talasemia, o de niños con leucemia. En estos momentos, no hay ningún paciente que se haya curado con células madre embrionales. Esto hay que aclararlo. A quienes dicen que la ética quita una «posibilidad» de curación [al censurar el uso de células madre embrionales que implican la eliminación de un embrión humano ndr.], habría que decir que más bien que quita como máximo una «esperanza». Pero si queremos hablar de esperanza, entonces podemos experimentar con embriones animales. Una vez que hayamos estudiado los embriones animales podremos decir algo, habremos comprendido algo más. No veo por qué motivo haya que utilizar en estos momentos embriones humanos. Independientemente de cualquier problema ético, primero se estudia al animal.
Profesor Mancuso: Cada vez más. Cuando vienen a dar a luz a nuestro departamento, piden donar la sangre del cordón umbilical por ese espíritu de solidaridad que se está difundiendo cada vez más. Ahora bien, no se pueden recoger todos los cordones umbilicales y conservarlos para la donación, pues se requieren unos requisitos mínimos sobre la historia familiar de ambos cónyuges. Es necesario que el embarazo llegue a su término, pues hay toda una serie de contraindicaciones. Podemos recoger para donaciones entre el 30 y el 35 por ciento de los cordones umbilicales de los partos que tienen lugar en nuestro departamento. Pero gran parte de la sangre del cordón umbilical que se recoge sirve para la investigación. En estos momentos, hay un gran interés por la investigación, no sólo en nuestro departamento, sino también en hematología, cardiología, neurología, pues las células madre adultas tienen una versatilidad extraordinaria y en realidad son reparadoras. Son esas células que tenemos cada uno de nosotros y que en el cordón umbilical tienen características, incluso desde el punto de vista inmunitario, que hacen que sean más versátiles todavía. Son células con una gran capacidad reparadora.
Profesor Mancuso: Me atrevería a decir que se pueden conservar hasta el infinito. Hoy hay células conservadas desde hace treinta años que en gran parte mantienen su capacidad para ser utilizadas. La comunidad científica en varios centros de investigación en este momento busca conservarlas in vitro y multiplicarlas in vitro, pues la cantidad de células madre que se pueden recoger de un cordón no son tan elevadas.
Profesor Leone: Se han aplicado sobre todo a pacientes con leucemia aguda, con talasemia, con linfomas, o con inmunodeficiencias congénitas. Estas enfermedades experimentan beneficios en estos momentos con el trasplante de células madre del cordón umbilical. Obviamente la investigación trata de ir más allá. La sangre del cordón nos puede dar esperanzas para otras patologías. Ahora hay esperanzas para las cardiopatías.
Profesor Leone: En el caso de leucemia aguda, hay un cierto número de pacientes que se cura, en el caso de talasemia, el porcentaje es más elevado. En el caso de inmunodeficiencias, se alcanza el 70 o el 80 por ciento de curación. En e caso de la leucemia, estamos entre el 35 y el 40%. Es decir, hablamos de curación. | |
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