Un informe norteamericano confirma que el preservativo no evita el contagio del SIDA

Hispanidad.com, 2004-01-19

Uganda es la excepción en África

        El pasado 2 de diciembre, en el Diario de Navarra se publicó un artículo titulado: "Desde el corazón de África, nuevas estrategias preventivas contra el sida", de D. Jokin de Irala, Doctor en Medicina de la Unidad de Epidemiología y Salud Pública de la Universidad de Navarra.

        La claridad y rotundidad de los datos aportados por el autor, merecen que les dediquemos una mínima reflexión, sobre todo porque en estos momentos la lucha para vencer el SIDA, ha traspasado fronteras, y es tal el número de personas y de medios económicos que se están empleando, que, sin lugar a dudas, ocupa el primer puesto en la atención que la opinión pública tiene en esta grave enfermedad.

        Es notorio el avance de esta terrible enfermedad, sobre todo en los países africanos, pero hay uno en el corazón de África, donde no sólo se ha detenido el avance de la enfermedad, sino que ha retrocedido, este país es Uganda. En 1991 tenía un 15% de infectados y en el 2001 un 5%.

No es garantía         Las razones de este hecho las aporta la Agencia para el Desarrollo Internacional de los Estados Unidos, en el informe elaborado en septiembre de 2002, en el que apunta que Uganda simplemente ha puesto en marcha las recomendaciones realizadas por expertos internacionales, que se resumen en tres: en primer lugar, abstinencia sexual (informando a la población de la importancia de esta medida), en segundo lugar, relaciones monógamas (favorecer la estabilidad de la pareja, evitando la promiscuidad sexual) y, en tercer lugar, el uso del preservativo (aclarando que el preservativo reduce el contagio en un 80%, pero que no lo evita, es más está probado por simple estadística, que en un periodo más o menos corto, una persona con promiscuidad sexual, aunque use preservativo, acabará contagiándose).
"Sospechoso" interés porque difunde más
        Ante estos datos, nos podemos preguntar por qué algunos siguen insistiendo en que la única forma de combatir el sida es mediante el uso del preservativo. Resultan llamativas las inversiones millonarias en difundir el preservativo, y las generosas "donaciones" que realizan las empresas fabricantes de este producto, que no dudan en regalarlos a países subdesarrollados, colegios, centros de salud, etc.

        Todo esto tendría sentido y sería elogiable, si con estas medidas se redujese la enfermedad, pero cuando sucede lo contrario y cada día se producen nuevos contagios, los ciudadanos no podemos entender por qué se sigue insistiendo machaconamente. Necesitamos que nuestros representantes políticos y las organizaciones de consumidores afronten, con la máxima claridad y responsabilidad, la mejor forma de enfrentarse a esta terrible enfermedad.