Relaciones con el otro sexo

En la adolescencia comienzan las relaciones de amistad más durables y estables. Se pasa progresivamente de los grupos de un solo sexo a las pandillas o grupos mixtos de amigos y finalmente a las amistades más exclusivas de ambos sexos entre las que se busca una especial pensando en una relación más sentimental para un futuro cercano.

Fuente: Mujer Nueva
Los primeros intereses y sus ocasiones

        Las pandillas tienen la ventaja de permitir que chicos y chicas conozcan las características del otro sexo con el camuflaje que ofrece el grupo. Las adolescentes mujeres comienzan antes a reclamar atención de los varones. Se desarrollan primero y comienzan a dirigir su interés a chicos un poco mayores.

        Es la época del inicio de las fiestas y de los encuentros mixtos. En un principio los padres se encuentran en la duda de permitir o vetar este tipo de actividades. En realidad más importante que decir sí o no sin reservas, es saber detalles de las diversas actividades y hacer opciones según la información que se obtuvo: dónde será, hay adultos en la casa, cuánto durará, la edad del resto de los participantes, quién la organiza, etc. Y cuando se ha tomado una decisión, no dar marcha atrás a menos que se ofrezca alguna información que se desconocía. Y siempre explicar los motivos que han llevado esa decisión. En algunas ocasiones habrá un conato de rebelión, pero si se ha mantenido desde pequeños una relación cercana, llena de cariño y con mucho diálogo, los adolescentes están preparados para aceptar de buen grado una negativa.

Lo positivo de las parejas precoces y lo negativo

        Entre los 15 y los 20 años los adolescentes y jóvenes entran en un período en el que se tiende a las relaciones particulares, sea de amistad como de amor singular y exclusivo con una persona del otro sexo. Este hecho puede provocarles dificultades con los amigos que aún no experimentan esta realidad y que se sienten postergados. Esto se da por dos motivos principales, una cierta tendencia a aislarse en las parejas que se forman a esta edad y la diferencia de realidades que están viviendo. Esta experiencia, que es una relación de atracción, es positiva y natural mientras no desemboque en una relación precoz. El noviazgo o ligue o como se denomine en cada sociedad, le enseña al chico o chica a abrirse a otro en singular, a dar de su interior, compartir intereses, llegar a acuerdos, respetar los gustos y deseos, e incluso a saber superar momentos de tensión o dificultad y acompañar a otro cuando éste se encuentra en un momento difícil.

        Pero no se pueden cerrar los ojos y dejar de ver los peligros que suponen las amistades particulares en estas etapas. Si antes el pudor normal las reglaba y colaboraba a mantener a raya los impulsos, hoy esto se ha perdido en muchos ambientes. Los chicos, cada vez a edades más tempranas, desean vivirlo todo. Consideran que su madurez sexual biológica les da derecho a ponerse a prueba o a vivirla en plenitud sin más. Y no se percatan de las enormes tragedias en que terminan frecuentemente.

Tres delicados momentos

        Podemos distinguir tres momentos especialmente difíciles en las relaciones con el otro sexo por su peligro de llegar demasiado lejos:

  • inicio y plenitud de la adolescencia (12 años), por la llegada brusca de emociones, sentimientos e impulsos sexuales para los cuales no siempre está preparado y advertido.

  • primeros años de universidad, porque se consideran ya maduros y con la capacidad de discernir y optar por su cuenta.

  • final de la juventud, porque muchos tienen ya sus planes a futuro y con facilidad llegan al si ya nos vamos a casar, ¿para qué esperar?

        Los padres deben estar atentos a estos momentos y saber descubrir las épocas de mayor peligro para advertir y acompañar. Siempre es conveniente aprovechar una época tranquila para guiar a los chicos a hacer opciones adecuadas y luego reforzarlas periódicamente.

Muy importante que sea bien conocido por sus serias consecuencias

Requisitos de una relación sexual plena y satisfactoria.

        Hay diversos aspectos que pueden ser tema de conversación con chicos y chicas y que favorecen una visión madura de la sexualidad. Pueden ser tema de conversaciones privadas; pueden desarrollarse en una charla con un grupo; pueden utilizarse ante comentarios espontáneos de los adolescentes. De cualquier forma son pruebas y consideraciones que todos debemos conocer para poder hacer una opción madura y realmente libre.

        Para que una relación sexual sea satisfactoria plenamente para una persona, es necesario que cumpla con las siguientes condiciones. Analizadas con cuidado y madurez son pruebas claras de que una relación sexual plena sólo es posible en el matrimonio (no están colocadas por orden de importancia):

  • privacidad: a nadie le gusta ser interrumpido en el acto sexual, menos a un adolescente que aún no posee el dominio suficiente para reaccionar correctamente. Para evitar una tensión y nerviosismo innecesarios, la pareja debe tener la privacidad y tranquilidad necesarias. En general los actos sexuales entre adolescentes carecen de este requisito.

  • tiempo: esto es especialmente importante para la mujer. La mujer necesita tiempo para llegar al clímax y recuperarse después. Un acto sexual furtivo nunca podrá ofrecer todo el tiempo y preparación que ella necesita y aunque el varón logre satisfacción, la mujer acaba con mayor grado de frustración.

  • seguridad: cada uno necesita sentirse seguro: de su pareja, de que no le está engañando en su declaración de interés real, que no está abusando o usando de uno, fingiendo un compromiso que no está dispuesto a asumir; seguridad de que si hay consecuencias las asumirán juntos; certeza de que esta relación sexual es parte de algo que perdurará, etc.

  • amor real y libre: la mujer se entrega por entero; en ella no hay separación entre la donación de su cuerpo y de sus sentimientos y afectos más profundos. Si una mujer se da libremente, lo hará por amor y para amar. Al hombre le es más fácil separar lo físico de lo afectivo y en ocasiones resulta que lo que para la chica era expresión de un mayor compromiso, para él era el modo de satisfacer una necesidad física-afectiva, pero sin aumento del compromiso mutuo.

  • madurez psicológica y emocional: la capacidad fisiológica no implica capacidad psicológica para que el encuentro sexual pueda ser asumido en todo lo que tiene de humano y duradero. Una experiencia sexual deja huellas, y si no existe un equilibrio y una madurez psicológica, es posible que las marcas dejen feas cicatrices que surgirán en un futuro no lejano.

        Comentar con los adolescentes y jóvenes estos cinco requisitos, es muy conveniente. Demuestra saber de qué se está hablando. Son consideraciones lógicas, basadas en la experiencia y en la misma biología y sicología. Ningún adolescente dirá que es exceso de moralidad o algo anticuado.

Argumentos y respuestas a las relaciones precoces.

        Otro tema de conversación que no debe faltar, es estudiar y dilucidar con ellos cuáles pueden ser los motivos por los que otros adolescentes o jóvenes llegan a una relación sexual. Así nos adelantamos a lo que ellos escucharán como argumentos a favor de las relaciones precoces y ofrecemos algunas posibles respuestas a cada argumento; pero recordemos que el más importante y al que debemos recurrir siempre es el amor y respeto que cada persona debe tenerse a sí misma y a los demás. Si esto ha entrado profundamente en la conciencia y corazón de cada joven, podrá optar por una vida acorde a su dignidad.

No es posible el amor y la amenaza
  • Si no acepto, terminará nuestra relación.

        Generalmente es la mujer, aunque actualmente también los varones, quien se encuentra presionada por el chico que le pide esta prueba de verdadero amor. Pero el verdadero amor es el que busca lo mejor para el otro y no para sí mismo; eso es egoísmo. Si el chico verdaderamente ama a su novia, no la presionará para que haga algo que no desea o frente a lo que tiene dudas. Puede ser muy difícil para la chica aceptar que este tipo de presión y chantaje demuestra falta de amor por parte del hombre de su vida; pero es necesario enfrentarlo con valentía.

        Lo mejor que puede responder es: y si tú me amas a mí, no me pedirás algo que va contra mi conciencia y que no deseo hacer; así me demostrarás tu amor hacia mí.

Pero queremos actuar con criterios propios
  • Todo el mundo lo hace.

        Esto es falso. Hay muchos jóvenes que no lo hacen y que están esperando al momento de su matrimonio para comenzar su vida sexual. Se intenta presionar al chico o chica con la opinión que los demás, especialmente el grupo de amigos, tendrá de él. El peligro será menor si el adolescente ha sabido apropiar su propia jerarquía de valores y posee una seguridad básica en sí mismo y en el amor de su familia. Un adolescente seguro y que ha aprendido a actuar de acuerdo con sus propias decisiones y opciones y no según lo que hace la mayoría se defenderá con éxito.

        Una buena respuesta frente a este argumento es decirles: Y tú, ¿qué piensas tú? ¿Acaso siempre debes hacer lo que hace la mayoría aunque a ti no te agrade y consideres que es incorrecto?

La madurez es mucho más que física
  • Probaré que soy un verdadero adulto.

        En realidad probará que ha madurado biológicamente, pero que le falta la madurez humana para saber dominarse y ser dueño de sí mismo. Este es uno de los objetivos más buscados por los adolescentes: llegar a ser dueños de sí mismos, no necesitar que nadie les diga lo que deben o pueden hacer. La clave es explicarles que mientras ellos no demuestren su capacidad de dominio y control personal, necesitarán que otros les guíen y marquen las pautas. Y que una de las áreas en las que deben demostrar su madurez es en el dominio de los impulsos y tendencias sexuales. Un adulto es capaz de decir No cuando la situación lo requiere.

        Podemos interpelarlos así: Los hombres o mujeres verdaderamente adultos son aquellos dueños de sí mismos que no se dejan llevar por los impulsos del momento. Tú, ¿eres capaz de dominarte y decir no o simplemente sigues a ciegas lo que tus hormonas te dicen?

Evitemos pues situaciones excitantes
  • Por mi culpa se excitó, debo ayudarle.

        Tal vez esta afirmación tenga algo de verdad; por eso es tan importante enseñar a chicos y chicas el valor del pudor, de mantener una conducta correcta y evitar actitudes, ropas, palabras y hábitos que pueden ser excitantes para personas del sexo opuesto. De esta forma estamos además previniendo posibles daños. Muchos de los ataques sexuales que sufren jóvenes, adolescentes y mujeres en general tienen en parte origen en este tipo de comportamientos.

        Aparte de lo que pueda tener de verdad, el que un chico o una chica se sienta excitado no implica necesariamente que deba recibir un desahogo o salida a su excitación sexual. Él o ella también pueden y deben aprender a controlarse y dominar sus impulsos. Son elementos que ayudan a madurar y a fortalecer la voluntad y la capacidad de autodominio (lo cual no significa que hay que exponerse tontamente a situaciones que provoquen excitación para fortalecer la voluntad).

        Una buena respuesta es: Lo siento, tienes razón en sentirte responsable por la excitación del otro u otra, pero esto no significa que necesariamente debes darle una satisfacción sexual, sino que debes cuidarte para no hacerlo nuevamente y demostrarle así tu interés y cariño al evitarle nuevos malos ratos. Él o ella debe comprender que no lo hiciste a propósito y ayudarte, haciéndote comprender qué cosas no son adecuadas, para que tú no las hagas o digas cuando estéis juntos.

Nunca será tanta que quite la libertad
  • Presión o intimidación.

        Este argumento tiene mucha relación con aquél de todo el mundo lo hace y con la amenaza de terminar la relación si no acepta. Hay que hacer ver a la chica o chico que nadie puede obligarle a hacer algo que no desea y le hace sentirse mal. En estos casos, puede darse además un abuso de fuerza o de autoridad. La relación de confianza y proximidad con los padres o un formador es muy importante. Los adolescentes o jóvenes que se encuentran en una situación como esta, se sienten verdaderamente presionados y temen decir lo que sucede por las posibles represalias.

        Es importante asegurarles que deben estar tranquilos, que nadie tiene derecho a obligarles a mantener una relación sexual que no desean; por el contrario, la ley los protege y ellos tienen derecho a negarse y a buscar ayuda y protección. Hay que ser prudentes en estos casos, pero nunca poner en duda lo que un adolescente dice.

Pero esa maravilla antes de tiempo se descubre reformada
  • Curiosidad.

        Muchos adolescentes llegan a una relación sexual por curiosidad. Es tanto lo que ven y escuchan en la televisión, el cine, las revistas, los amigos; que desean vivirlo en primera persona. Esta es una de las razones por las que es muy importante el diálogo y la comunicación entre padres e hijos a lo largo de su desarrollo. Un chico o chica que ha recibido de sus padres la información y la educación necesaria, sabe que es algo hermoso sólo si se vive en el momento y condiciones adecuadas y, por lo tanto, no se dejará llevar por la curiosidad.

        Es conveniente que los padres estén atentos para ir descubriendo las dudas y los interrogantes que sus hijos se vayan haciendo en las distintas edades; pero siempre recalcando la necesidad de respetar el tiempo y la persona adecuadas.

Se les debe ayudar

En nuestro trato con adolescentes debemos hacerles ver estos y otros argumentos y demostrarles la falacia que ocultan. Si poseen las respuestas verdaderas antes de encontrarse en esta situación, son capaces de reconocer las mentiras y simplemente ver más allá de lo que aparece a primera vista.