Los presupuestos federales para 2006, presentados por el gobierno de Bush, prevén 205 millones de dólares (un 25% más que este año) para programas de educación sexual que enseñen la continencia hasta el matrimonio, y no métodos anticonceptivos. Aunque se discute la eficacia de estos programas, un estudio publicado en "Adolescent and Family Health" (abril 2004) les atribuye el 53% del descenso registrado en la tasa de embarazos de adolescentes en los años anteriores. En todo caso, el 96% de los padres creen que son la mejor opción para la educación sexual, y un poco menos del 40% piensan que se debería enseñar, a la vez, métodos anticonceptivos, según una encuesta de Zogby International (enero 2004).