Tiempos de esperanza
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Ramón nació en Málaga el 26 de junio de 1968. Estudió Física en la Universidad de Sevilla y se doctoró en Madrid con una tesis sobre semiconductores. Conoció la Obra en la residencia universitaria Guadaira de Sevilla. El nuevo sacerdote se trasladó a Roma en 1997 y ha realizado estudios de filosofía y teología en la Universidad de la Santa Cruz, está terminando su tesis doctoral sobre la relación entre el intelecto y la razón en Santo Tomás. Vendrán tiempos de esperanza El sacerdote andaluz deja en manos de María el futuro trabajo pastoral de los recién ordenados: “Le estoy pidiendo que nos ayude a difundir esperanza en todos los sitios. En estos años en Roma, al ver la entrega del Santo Padre a su misión, estoy convencido de que vendrán tiempos de esperanza. Aunque estamos en una situación difícil, de sus palabras se dejan ver muchos motivos de optimismo”. Ramón encuentra en la figura sacerdotal de san Josemaría un ejemplo de servicio. “Me llama la atención como nuestro fundador hacía esfuerzos por comunicar las verdades de la fe a todo tipo de personas. Lo que decía llegaba a la gente, no estaba en la estratosfera. Estoy pidiendo a san Josemaría que me ayude a vivir también el sacerdocio como un servicio, para poder dar al mismo Jesucristo a mucha gente”.
Damian Pukacki, otro de los ordenados, nació en Poznan (Polonia) en 1972. Conoció el Opus Dei por un amigo de infancia, con el que participaba en una asociación estudiantil, que lo invitó a participar en las actividades de un centro de la Obra en Polonia. Damian será el primer sacerdote de la Prelatura de nacionalidad polaca. “Es un ideal bello: acercar a la gente a Dios, ser instrumento suyo sin mérito por mi parte. Me ilusiona hacer descubrir a mucha gente la alegría de la fe, cómo ser útil, cómo mejorar el mundo”. Asimismo, el venezolano Miguel Franchesi recibió el Orden de manos del Prelado. Él es el tercer sacerdote en su familia: su hermano Noel es capellán de un colegio en Barquisimeto; y Héctor es vicerrector de la Universidad de la Santa Cruz en Roma. Miguel se licenció en Ciencias de la Educación en la Universidad Católica de Caracas y trabajó durante 15 años en la enseñanza media en varias ciudades del país. En 1996 se trasladó a Roma para estudiar filosofía y teología y realizó una tesis en Teología Moral. Al referirse a la labor sacerdotal que llevará acabo en Venezuela, Miguel comenta que “la gente de mi país es muy alegre y de gran corazón. Los sacerdotes tenemos el reto de transmitir a las personas la fe cristiana y combatir la ignorancia religiosa”. El nuevo sacerdote añade que “en Venezuela hay mucha pobreza, gente abandonada, y siento la necesidad también de despertar en la conciencia de mucha gente la importancia de promover actividades de servicio social, en favor de los más necesitados”. |
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