«Sirvo con lealtad a la institución y con profesionalidad a todos»
 
Regresa a la Asamblea de Extremadura uno de los periodistas más veteranos y con más prestigio entre los profesionales de la información política.
 
 
El Noveno Día
        «¿Chacho, no me irás a hacer una entrevista política?», me dice de sopetón al ver que enciendo la grabadora. «Por supuesto que no», le digo, «una entrevista solo de interés humano». La charla con Rafa Angulo daría para un libro plagado de humor, de humanidad y de frases agudas, porque hay que decir que fumar puros, la amistad y coleccionar frases inteligentes (algunas apócrifas) son los únicos vicios que se le conocen.

-Rafael Angulo Sanchís, nacido en Mérida en 1955 ¿no?

        -Sí, dentro de un mes cumpliré los 56 años. Aunque yo no voy por edad, yo voy por kilos: esto fue hace diez kilos, hace veinte kilos...

-[Risas]

        -...entonces yo tenía pelo, otro referente, ahora no tengo pelo, etcétera. Escúchame, por si te interesa: los tres periodistas más viejos de Mérida somos un señor del diario HOY que se llama Pepe Aroca, mi entrañable amigo Ángel Briz y yo. Somos la vieja guardia emeritense. Dentro de poco a mis ruedas de prensa no vendrán los hijos de mis amigos, tiemblo el día que vengan los nietos. [Risas].

-Rajoy ensalza la moderación y la concordia como sus valores esenciales. ¿Le suena esa música?

        -Claro, pero no como actitud política, como actitud vital. Me parece un mensaje lleno de virtudes humanas.

-¿'Con estos bueyes tenemos que arar' es un reconocimiento de su senequismo o una descripción ambiental?

        -Es una deuda de lealtad. Mi cita de referencia. Eso se lo escuché a alguien que, si será amigo mío, que le puedo llamar con orgullo 'hermano', y la hice mía esa frase.

-¿En qué ha cambiado la política en estos casi 30 años que lleva conviviendo con los primeros protagonistas de la región?

        -En que, paradójicamente, en aquella época que se puede llamar casi fundacional, yo estuve aquí en la segunda legislatura, el trato con los diputados era humano. Es decir, gente con la que yo me podría llevar... bueno, el portavoz del PSOE, que se llama Vicente Herrera Silva, entonces alcalde de Alconchel, cuando me ve me abraza, y yo a él. Nos tratábamos más humanamente, siendo de características muy distintas en aquella época. A los diputados los conocía individualmente, ahora todavía no estoy aclimatado.

-¿Cómo es posible que siendo jefe de Prensa de un presidente del PSOE le fichara el PP?

        -Perdona, de un presidente del PSOE y en el medio de una presidenta de Izquierda Unida. Estuve poco tiempo con Teresa Rejas, pero lo estuve. Antonio Vázquez me conocía por una entrevista que le hice para 'La Vanguardia' y de una pequeña peña de amigos que tenía en Mérida. Por cierto, me decía [y habla imitando el acento gallego del primer expresidente de la Asamblea], «Rafael, no sé que me pasa que todos mis amigos son de derechas». Quiso que me fuera a trabajar con él y yo no sabía cómo decirle que yo iba a misa, estudié en Navarra y que a lo mejor no le encajaba a su gente, no a él. Y me contestó: «Yo lo único que te pido es lealtad y profesionalidad».

-Y pasó del poder a la oposición.

        -Primero, me fichó el PP porque Juan Ignacio Barrero había formado parte de la Mesa de la Asamblea de Extremadura y yo a Juan Ignacio le llamaba entonces y le llamo ahora Juani, es de mi barrio... Y los que tenemos una cultura de barrio, esto no se nos va nunca. Coincidió que el que entonces era jefe de Prensa del PP, Juanma Cardoso, se fue a Badajoz, donde sigue 'per secula seculorum', y Barrero me lo propuso. Si no, hubiera seguido con Teresa Rejas. Es que la vida... San Josemaría Escrivá hablaba de la cultura 'ojalatera' cuando dices: ojalá no me hubiera ido, ojalá me hubiera quedado, ojalá no hubiera tenido cinco hijos, ojalá no hubiera hecho periodismo, ojalá, ojalá. En aquel momento tomé la decisión y ya no tiene vuelta de hoja.

-¿Su viaje del periodismo a la política le ha enseñado o le ha desengañado?

        -No he estado nunca en política. No he sido nunca concejal, ni diputado, ni cargo orgánico en el PP. Lo cual, ante determinados compañeros, me da un extra. Porque el primer mandamiento del periodismo es no mientas, y si mientes, estás despedido. Estar entre político y periodista es una cosa complicada.

-Bueno, pero ha tenido una militancia en el PP.

        -Sí, sí, incluso debo de ser el único tío de derechas del PP, todos estos son de centro, como sabes, me tienen de muestra... [Risas]. Como en otros sitios en la vida. Ya sabes, en el Opus Dei cuando dicen: «Ah, es que en el Opus son todos muy ricos», bueno, también está Rafa Angulo; «es que son todos muy listos», bueno, también está Rafa Angulo. Vamos, que me tienen de muestra. [Risas]. No, en serio, creo que soy un periodista que trabaja en el PP. Como si trabajase en el HOY o cuando empecé en Antena 3. Ahora trabajo en la Asamblea de Extremadura, que me permite ser jefe de Prensa de más gente, porque yo aquí no soy jefe de Prensa del PP en la Asamblea.

-Dígame tres parlamentarios ante los que hay que descubrirse.

        -Yo me descubría ante don Manuel Parejo. Hubo un tiempo (lo que pasa es que ahora está la cosa como para citar a Tomás Martín Tamayo...) pero me acuerdo perfectamente cuando era del CDS, unas intervenciones suyas rimando todas las palabras y, no nos engañemos, Francisco Castañares a mí fue un parlamentario que me chocaban lo culto de sus expresiones; pero te hablo de parlamentarios antiguos, de algunos referentes de aquella época, que me ha marcado.

-¿Un buen jefe de Prensa a quién debe servir, a la verdad o a su jefe político?

        -Un jefe de Prensa, te lo he dicho al principio (desde mi punto de vista, que no estoy para dar lecciones a nadie, ¡eh!) tiene que servir con lealtad a la institución y con profesionalidad a todos. A Fernando Manzano le he dicho lo que me pidió Antonio Vázquez: «Fernando, yo lo único que te ofrezco es lealtad y profesionalidad».

-Un buen 'comunicador' puede ser un buen vendedor, ¿pero también un buen periodista?

        -Yo soy un periodista de provincias que para muchos soy un aficionado. Nos deslumbramos muchas veces con la profesionalidad de fuera. Al ser un periodista de provincias que, excepto los cuatro años que estuve en Pamplona todo mi trabajo profesional ha sido aquí, en el lugar de siempre, en la misma ciudad, con la misma gente... hay un aspecto, que es el trato humano, al que he dado muchas veces más importancia que a otros aspectos profesionales. Es decir, al ser un periodista de provincias, no me puedo manejar con los parámetros de los que están en otras ciudades y a otro nivel, me manejo en los parámetros domésticos, si se me permite decirlo así, y no me ha ido mal en lo personal. En mi vida he sido razonablemente feliz e intento hacérsela también feliz a los que tengo alrededor.

-Le gusta apuntar citas. ¿Cuál es la última que ha apuntado?

        -Acabo de recordar una del Quijote, «no rebuznaron en balde el uno y el otro, alcalde», que está en el Diario de Sesiones de la Asamblea y que es de Manolo Parejo.

-Le voy a poner en un aprieto. ¿Cree que Rajoy va a sacar mayoría absoluta?

        -Me gustaría que sí, pero te aviso una cosa: no he acertado ninguna de las elecciones. Ni siquiera la última, en que hemos ganado en Extremadura la acerté. Solo cuando José Antonio Monago me dio un puro, sabiendo de mi afición, y me dijo: «Toma, Rafa, un puro», en aquel momento me di cuenta que habíamos ganado las elecciones.