Después de conocer a algunas personas del Opus Dei, empecé a profundizar en el mensaje que difunde por todo el mundo: ser santos en el trabajo, en las ocupaciones, y servir a las personas. Pienso que éste es uno de los principales objetivos del hombre en la tierra.

        Yo, por mi forma de ser, por mi carácter, soy una persona “en búsqueda”. Naturalmente, antes de abrazar unas ideas concretas, tengo que recorrer un camino muy largo, muy largo: hago pasar estas ideas por dentro de mí, por mi cabeza, por mi corazón. Me pregunto si esto es lo mío o no.

        Aquí lo sorprendente es que desde el primer momento pensé que el mensaje de la Obra puede ser la estrella que guíe mis pasos, puede llegar a ser el camino principal de mi vida. El objetivo fundamental de mi vida es ser una persona honrada, ir al Cielo, y ayudar a otros a ir por este mismo camino. Si lo consigo, lo demás se irá poniendo en su sitio de manera automática.

        Todo esto me ayuda ahora ya en mi vida profesional. Yo veo mi futuro profesional en el mundo de la política. Con esta profesión podré ayudar a las personas del país, a mi prójimo. Y es precisamente aquí, en mi crecimiento, en mi formación como persona, donde juega un papel importante la relación que mantengo con el Opus Dei.