¿Por qué la Universidad de Navarra?

        Javier Arnal .www.PiensaunPoco.com

Sin sentido alguno

        Nos corresponde a los periodistas narrar y analizar. Sin embargo, analizar las causas de un acto terrorista es, de hecho, un contrasentido, porque es intentar valorar con la lógica y el sentido común actos que carecen de razón y que sólo en y para la violencia encuentran sentido a su existencia.

        El final de cada jornada, el día entero, es un continuo estado de vigilancia en los medios de comunicación. El jueves pasado, a las 21.03, explosionaba un coche bomba en el edificio central de la Universidad de Navarra, tras haber recibido media hora antes un aviso telefónico. Afortunadamente, sólo daños materiales, y tres heridos leves, muy poco para lo que podía haber sucedido. A los pocos minutos, recibía algunas noticias y preguntas, de bastantes periodistas valencianos que han estudiado allí; otras, muy de primera mano, como es el caso de una sobrina, que estudia allí Relaciones Públicas y Publicidad. Ni ella ni nadie entiende ni justifica este acto, que se suma a otros que ha sufrido la Universidad de Navarra.

Porque hay verdadera libertad

        El marco en el que hay que situar este nuevo atentado es la rabia de ETA, en concreto hacia una institución académica que no ha podido controlar ni amedrentar la banda terrorista. Muchos periodistas hemos estudiado o cursado estudios de postgrado en esa Universidad, inaugurada en 1952 con evidente talante pionero, y que en 1958 comenzó la Facultad de Ciencias de la Información: era la primera vez que los estudios de periodismo llegaban a la universidad española.

        Quien conozca la Universidad de Navarra sabe que su afán, desde el comienzo y acrisolado por la experiencia de 50 años, es la profesionalidad y el amor a la libertad, que incluye el pluralismo, la capacidad crítica, el humanismo auténtico frente al miedo o las amenazas, el diálogo y el respeto, a la vez que alienta el ejercicio de los derechos humanos y el cumplimiento de los deberes que les corresponden.

Por más que no quieran        

        ETA ha querido dejarse oír cuando se aprobaba la Ley de Partidos. Creo que no ha valorado que este coche bomba va en su perjuicio, le ha estallado en las manos, porque una universidad apenas tiene protección y una agresión contra la cultura y la educación es una fosa más para ETA. El propio presidente del Gobierno, José-María Aznar, estuvo en la Universidad de Navarra hace poco más de un mes, alentando su tarea y, en concreto, el Centro Biomédico que ahora es uno de los proyectos de investigación punteros en España.

        Alguien me ha comentado si el atentado puede querer golpear cuando se cumple el centenario –y la próxima canonización, el próximo 6 de octubre– del nacimiento del Fundador del Opus Dei, Josemaría Escrivá de Balaguer. No me lo parece. Este aragonés universal dejó escrito que, en lo humano, dejaba como legado el amor a la libertad. Ese legado ha dado sus frutos, también en la Universidad de Navarra, y seguirá dándolos, en mayor medida cuando alguien pretende coartarla. Buena señal para una institución.