Las mujeres en la vida de san Pablo, de Remedios Falaguera
La autora repasa el ejemplo de las mujeres que rodaron la vida de este férreo defensor de la mujer de su época.
Las mujeres en la vida de San Pablo
Remedios Falaguera

 

Con toda su dignidad

        Las mujeres de san Pablo no pretende ser un gran tratado filosófico, ni un estudio teológico de envergadura. Aprovechando el gran regalo que supone la celebración del año paulino anunciado por el Papa Benedicto XVI, y a través de las palabras del apóstol, trata de desmitificar su fama de machista trasnochado, de prepotente, de un hombre que ‘supuestamente’ despreciaba no solo la dignidad de la mujer sino la participación femenina en todos los ámbitos de la vida publica.

        Repasando ‘con ojos de mujer’ el ejemplo de estas mujeres sencillas, comprometidas, generosas, piadosas, valientes, etcétera, que formaron parte en la vida de san Pablo, nos podemos dar cuenta que cada palabra, cada gesto, cada silencio del apóstol es propio de un férreo defensor de la mujer de su época.

        Este breve ensayo es una novedad de tremenda actualidad. Remedios Falaguera, una mujer del siglo XXI, defensora a ultranza de la necesidad de la participación de la mujer en todos los ambientes sociales, económicos, culturales y políticos ha escrito un texto divulgativo, cercano, sin complejos de feminismo rancio y comprensible para todos los públicos sobre las mujeres de san Pablo y su papel en la construcción de la Iglesia.

        A lo largo de estas reflexiones sobre la relación de San Pablo con las mujeres –que estuvieron a su lado, le apoyaron y colaboraron con el en trasmitir la Fe por todos los rincones de la tierra, y a todos, sin excepción alguna–, podemos afirmar que el Apóstol de los gentiles, no solo apoya y promueve la grandeza de la dignidad femenina, sino que coloca a las mujeres en primera línea de las comunidades cristianas, rompiendo muchos complejos de sus coetáneos, y permitiendo que las mujeres realizaran funciones de gran responsabilidad.

Como dice el Papa

        Dicho de otro modo, sin ellas, sin sus cualidades propias del ‘genio femenino’, la labor de San Pablo se hubiera visto enormemente mermada, pues todas ellas “han trabajado mucho por el Señor”.

        Como señala Benedicto XVI, “la historia del cristianismo hubiera tenido un desarrollo muy diferente si no se hubiera contado con la aportación generosa de muchas mujeres. Por eso, como escribió mi venerado y querido predecesor Juan Pablo II en la carta apostólica Mulieris dignitatem, “la Iglesia da gracias por todas las mujeres y por cada una. (...) La Iglesia expresa su agradecimiento por todas las manifestaciones del ‘genio’ femenino aparecidas a lo largo de la historia, en medio de los pueblos y de las naciones; da gracias por todos los carismas que el Espíritu Santo otorga a las mujeres en la historia del pueblo de Dios, por todas las victorias que debe a su fe, esperanza y caridad; manifiesta su gratitud por todos los frutos de santidad femenina”.