Pero
como Tu, ninguna.
Estrella de la mañana
de morena de Juncal,
y de gracia Sevillana.
Pero
como Tú, ninguna,
porque Tú eres la Giralda
en repique de alegría
por los caminos del alba,
y también Torre del Oro
entre espumas recamada,
y Guadalquivir de encajes
con orilla de esmeraldas,
porque en sus cauces navegue
tu Pena de sal amarga.
Pero
como Tú ninguna,
porque Tú eres la Bandera
del Candor y la Ternura,
Rincón de amor y ventura
y eres su Calle de Cielo
y eres su Plaza escondida,
y eres Cristal de sus fuentes
y eres Luz de sus esquinas
y eres Flor de sus jardines
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y
eres Venda de su herida
y eres su Escudo de Gloria
y eres Sangre de su vida
y eres Árbol de su sombra
y eres Rosa de su espina
y eres Ala de su vuelo
y eres Campana en su arista
y eres Perfume en su ambiente,
y eres Color de sus días
y eres Copla en sus sentires
y eres un Faro en su guía.
Por
eso a Ti, Macarena,
tallada en jardín de brisas
con las gubias celestiales
del dolor y la sonrisa,
te hicieron la Soberana
de las Legiones divinas,
te coronaron de estrellas,
te proclamaron Bendita
y te bajaron los Ángeles
para dejarte en Sevilla.
Por eso Reinas habrá,
pero como Tú, ninguna.
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