Pon de moda a las mamás de antes
"Ayer vi en la televisión un programa especial para madres donde una mujer orgullosa de sus trofeos dijo que eso de que las madres se quedaran en casa ya no era algo de nuestro tiempo. Yo, que en ese momento guardaba la ropa limpia... "

Jennifer Barillas de Arriaza
 


Triste menosprecio

        Ayer vi en la televisión un programa especial para madres donde una mujer orgullosa de sus trofeos dijo que eso de que las madres se quedaran en casa ya no era algo de nuestro tiempo. Yo, que en ese momento guardaba la ropa limpia sentí que se dirigía a la audiencia, las madres en extinción que a las nueve o diez de la mañana estamos OCUPADAS en los quehaceres de la casa.

        Es cierto que cada vez son menos las madres que trabajan en casa sin percibir salario, sin seguro de vida, sin pensión y por supuesto, con el peso de la crítica social de que las amas de casa dan cantidad de tiempo y no calidad de tiempo a sus hijos y esposo. No es para menos, ahora estamos despiertas a conocer nuestros derechos muy bien merecidos. Pero en el camino hemos menospreciado abiertamente la valiosísima labor que las madres de antaño realizaron.

Hablando de heroísmos

        Ahora son menos las mujeres que se quedan en casa a pesar de su título universitario o a pesar de que saben que se les puede pagar por hacer trabajos más sencillos que cuidar niños y administrar la casa además de todos sus quehaceres diarios. En casa son muchos los trabajos que se realizan, trabajos que se cobran cuando se trata de una empresa privada. Se de un manual de constructores donde hasta poner un clavo tiene precio. Pero estas madres no cobran por curar una herida física o una herida emocional. Ellas son psicólogas, enfermeras, maestras, fontaneras, electricistas, decoradoras, motoristas, cocineras, directoras de recursos humanos, administradoras de empresas, promotoras y otra cantidad de títulos cuyo desempeño solo ella realiza con gran profesionalismo por algo muy sencillo, TODO LO HACE POR AMOR, no por dinero, no porque alguien lo vea, no para que los demás lo reconozcan. Sin embargo, la falta de ellas cada vez se marca más en la sociedad actual.

        Claro que es heroico el hecho de que muchas madres salgan de casa para colaborar con el sustento diario sino es que solo ellas cargan con esta agobiante responsabilidad. Pero también es heroica la madre que se niega a sí misma para dar todo en la casa.

A base de materia

        Hoy el feminismo tilda de mujer esclava a la ama de casa y hasta consideran ofensivo que se les celebre el "Dia de la Madre". No hay nada más desatinado. Estas mujeres no tienen trofeos que exhibir, no tienen un reconocimiento social por su ardua labor, lejos de eso es vista con malos ojos, porque “no lleva dinero a la casa”.

        Hoy el mundo se queja de una sociedad materialista y con serios problemas sociales como los embarazos en adolescentes, la drogadicción a tempranas edades y la delincuencia.

        A la par de estos problemas hay dinero para callar el llanto con un juguete, un antojo material. De hecho, hay toda una industria que se dedica a estudiar el comportamiento del niño de hoy para inducir su consumo. Y se han dado cuenta de que los padres cada vez acceden con mayor facilidad a que los hijos se callen con algo material.

Lo que se está perdiendo

        Esto es grave porque indica que no nos detenemos a reflexionar que lo que hace falta es tiempo para observar a los hijos y detectar cuando algo les molesta o cuando simplemente necesitan un poco de atención.

        A ellas, a estas madres que no son perfectas pero se esfuerzan tanto y ejercen su profesión con tanto esmero les digo que son tan valiosas como los empresarios exitosos porque a ellos una madre muy probablemente les cuido de chicos. Les digo que no han pasado de moda, simplemente son joyas que no todos pueden gozar y que su valor aumenta a medida que pasa el tiempo.

¡FELIZ MES DE LAS MADRES!