"Volver a tratar a Dios"

El tiempo de descanso y acopio de fuerzas, sirve también para dedicar con serenidad ratos a la familia, a los amigos y a Dios. Puede ser un buen momento para "convertirse", para recomenzar en nuestra vida cristiana. Con este motivo, ofrecemos unos consejos de san Josemaría.


Textos escogidos de san Josemaría Escrivá
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Camino

        * La conversión es cosa de un instante. —La santificación es obra de toda la vida. (Punto 285)

        * Reacciona. —Oye lo que te dice el Espíritu Santo: "Si inimicus meus maledixisset mihi, sustinuissem utique" —si mi enemigo me ofende, no es extraño, y es más tolerable. Pero, tú... "tu vero homo unanimis, dux meus, et notus meus, qui simul mecum dulces capiebas cibos" —¡tú, mi amigo, mi apóstol, que te asientas a mi mesa y comes conmigo dulces manjares! (Punto 244)

        * ¡Ahora! Vuelve a tu vida noble ahora. —No te dejes engañar: "ahora" no es demasiado pronto... ni demasiado tarde. (Punto 254)

        * Estás como un saco de arena. —No haces nada de tu parte. Y así no es extraño que comiences a sentir los síntomas de la tibieza. —Reacciona. (Punto 257)

        * Rectificar. —Cada día un poco. —Esta es tu labor constante si de veras quieres hacerte santo. (Punto 290)

        * Precisamente tu vida interior debe ser eso: comenzar... y recomenzar. (Punto 292)

        * ¡Luces nuevas! —¡Qué alegría tienes por que el Señor te hizo descubrir otro Mediterráneo!
        —Aprovecha esos instantes: es la hora de romper a cantar un himno de acción de gracias: y es también la hora de desempolvar rincones de tu alma, de dejar alguna rutina, de obrar más sobrenaturalmente, de evitar un posible escándalo en el prójimo...
        —En una palabra: que tu agradecimiento se manifieste en un propósito concreto. (Punto 298)

        * Te apartaste del camino, y no volvías porque te daba vergüenza. —Es más lógico que te diera vergüenza no rectificar. (Punto 985)

        * Nunca te desesperes. Muerto y corrompido estaba Lázaro: "iam ftet, quatriduanus est enim" —hiede, porque hace cuatro días que está enterrado, dice Marta a Jesús.
        Si oyes la inspiración de Dios y la sigues —"Lazare, veni foras!" —¡Lázaro, sal afuera!—, volverás a la Vida. (Punto 719)

        
Surco

        * Te aconsejo que intentes alguna vez volver... al comienzo de tu "primera conversión", cosa que, si no es hacerse como niños, se le parece mucho: en la vida espiritual, hay que dejarse llevar con entera confianza, sin miedos ni dobleces; hay que hablar con absoluta claridad de lo que se tiene en la cabeza y en el alma. (Punto 145)

        * Nunc coepi! ¡ahora comienzo!: es el grito del alma enamorada que, en cada instante, tanto si ha sido fiel como si le ha faltado generosidad, renueva su deseo de servir ¡de amar! con lealtad enteriza a nuestro Dios. (Punto 161)

        * ¡Cómo vas a salir de ese estado de tibieza, de lamentable languidez, si no pones los medios! Luchas muy poco y, cuando te esfuerzas, lo haces como por rabieta y con desazón, casi con deseo de que tus débiles esfuerzos no produzcan efecto, para así autojustificarte: para no exigirte y para que no te exijan más.
        Estás cumpliendo tu voluntad; no la de Dios. Mientras no cambies, en serio, ni serás feliz, ni conseguirás la paz que ahora te falta.
        Humíllate delante de Dios, y procura querer de veras. (Punto 146)

        * Conviértete ahora, cuando aún te sientes joven... ¡Qué difícil es rectificar cuando ha envejecido el alma! (Punto 170)