Madre del Cielo hay también esas normas de
piedad filial, que son el cauce de nuestro comportamiento
habitual con Ella. Muchos cristianos (...) viven esa
oración maravillosa que es el santo rosario, en el
que el alma no se cansa de decir siempre las mismas cosas,
como no se cansan los enamorados cuando se quieren, y en el
que se aprende a revivir los momentos centrales de la vida
del Señor (...).
Es Cristo que
pasa, 142
Santo Rosario. —Los gozos, los dolores y las glorias
de la vida de la Virgen tejen una corona de alabanzas, que
repiten ininterrumpidamente los Angeles y los Santos del
Cielo..., y quienes aman a nuestra Madre aquí en la
tierra.
—Practica a diario esta devoción santa, y
difúndela.
Forja,
621
El Santo Rosario es arma poderosa. Empléala
con confianza y te maravillarás del
resultado.
Camino,
558
"Virgen Inmaculada, bien sé que soy un pobre
miserable, que no hago más que aumentar todos los
días el número de mis pecados...". Me has
dicho que así hablabas con Nuestra Madre, el otro
día.
Y te aconsejé, seguro, que rezaras el Santo
Rosario: ¡bendita monotonía de avemarías
que purifica la monotonía de tus pecados!
Surco,
475
El Rosario no se pronuncia sólo con los
labios, mascullando una tras otra las avemarías.
Así, musitan las beatas y los beatos. —Para un
cristiano, la oración vocal ha de enraizarse en el
corazón, de modo que, durante el rezo del Rosario, la
mente pueda adentrarse en la contemplación de cada
uno de los misterios.
Surco,
477
Ten una devoción intensa a Nuestra Madre.
Ella sabe corresponder finamente a los obsequios que le
hagamos.
Además, si rezas todos los días, con
espíritu de fe y de amor, el Santo Rosario, la
Señora se encargará de llevarte muy lejos por
el camino de su Hijo.
Surco,
691
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