Juan Pablo II en España

Madrid, 3-4 de mayo de 2003

Selección de textos ordenados por temas

 

Los títulos no son palabras del Papa

 


LA VIDA INTERIOR

LA AUSENCIA DE INTERIORIDAD, DRAMA DE LA CULTURA ACTUAL
        María, además de ser la Madre cercana, discreta y comprensiva, es la mejor Maestra para llegar al conocimiento de la verdad a través de la contemplación. El drama de la cultura actual es la falta de interioridad, la ausencia de contemplación. Sin interioridad la cultura carece de entrañas, es como un cuerpo que no ha encontrado todavía su alma. ¿De qué es capaz la humanidad sin interioridad? Lamentablemente, conocemos muy bien la respuesta. Cuando falta el espíritu contemplativo no se defiende la vida y se degenera todo lo humano. Sin interioridad el hombre moderno pone en peligro su misma integridad. Os invito a formar parte de la "Escuela de la Virgen María". Ella es modelo insuperable de contemplación y ejemplo admirable de interioridad fecunda, gozosa y enriquecedora.

Aeródromo de Cuatro Vientos, 3 de mayo

LA SANTIDAD ES OBRA DEL ESPÍRITU SANTO
        Los nuevos Santos tienen rostros muy concretos y su historia es bien conocida. ¿Cual es su mensaje? Sus obras, que admiramos y por las que damos gracias a Dios, no se deben a sus fuerzas o a la sabiduría humana, sino a la acción misteriosa del Espíritu Santo, que ha suscitado en ellos una adhesión inquebrantable a Cristo crucificado y resucitado y el propósito de imitarlo. Queridos fieles católicos de España: ¡dejaos interpelar por estos maravillosos ejemplos!

Plaza de Colón, 4 de mayo de 2003

REZAR EL ROSARIO
        Con gran acierto habéis querido en esta vigilia meditar los misterios del Rosario llevando a la práctica la antigua máxima espiritual: "A Jesús por María". Ciertamente, en el Rosario aprendemos de María a contemplar la belleza del rostro de Cristo y a experimentar la profundidad de su amor.

        El Rosario, en efecto, en su sencillez y profundidad, es un verdadero compendio del Evangelio y conduce al corazón mismo del mensaje cristiano: "Tanto amó Dios al mundo que dió a su Hijo único, para que todo el que crea en El no perezca, sino que tenga vida eterna" (Jn 3,16).

Aeródromo de Cuatro Vientos, 3 de mayo

DE LA ORACIÓN AL APOSTOLADO
        Ella (María) os enseñará a no separar nunca la acción de la contemplación, así contribuiréis mejor a hacer realidad un gran sueño: el nacimiento de la nueva Europa del espíritu. Una Europa fiel a sus raíces cristianas, no encerrada en sí misma sino abierta al diálogo y a la colaboración con los demás pueblos de la tierra; una Europa consciente de estar llamada a ser faro de civilización y estímulo de progreso para el mundo, decidida a aunar sus esfuerzos y su creatividad al servicio de la paz y de la solidaridad entre los pueblos.

Aeródromo de Cuatro Vientos, 3 de mayo

CUESTA PERO VALE LA PENA
        Aunque os haya costado sacrificio ha merecido la pena. La Plaza de Colón se ha convertido en un gran templo para acoger la celebración que hemos rezado con devoción y se ha cantado con esmero.

Plaza de Colón, 4 de mayo de 2003

 

EL APOSTOLADO

LOS JÓVENES, ESPERANZA DE LA IGLESIA Y DE LA SOCIEDAD
        Os saludo y os repito las mismas palabras que dirigí a los jóvenes en el estadio Santiago Bernabéu, durante mi primera visita a España, hace ya más de veinte años: "Vosotros sois la esperanza de la Iglesia y de la sociedad (...) Sigo creyendo en los jóvenes, en vosotros"

Aeródromo de Cuatro Vientos, 3 de mayo

APOSTOLADO: CON DIOS VENCEMOS NUESTROS DEFECTOS
        Es preciso que vosotros jóvenes os convirtáis en apóstoles de vuestros coetáneos. Sé muy bien que esto no es fácil. Muchas veces tendréis la tentación de decir como el profeta Jeremías: "¡Ah, Señor! Mira que no sé expresarme, que soy un muchacho" (Jr 1,6). No os desaniméis, porque no estáis solos: el Señor nunca dejará de acompañaros, con su gracia y el don de su Espíritu. Esta presencia fiel del Señor os hace capaces de asumir el compromiso de la nueva evangelización, a la que todos los hijos de la Iglesia están llamados.

Aeródromo de Cuatro Vientos, 3 de mayo

APOSTOLADO: MIEDO Y VALENTÍA
        "Sed testigos de mi resurrección" (cf. Lc 24, 46-48), Jesús dice a sus Apóstoles en el relato del Evangelio apenas proclamado. Misión difícil y exigente, confiada a hombres que aún no se atreven a mostrarse en público por miedo de ser reconocidos como discípulos del Nazareno.

        No obstante, la primera lectura nos ha presentado a Pedro que, una vez recibido el Espíritu Santo en Pentecostés, tiene la valentía de proclamar ante el pueblo la resurrección de Jesús y exhortar al arrepentimiento y a la conversión. Desde entonces la Iglesia, con la fuerza del Espíritu Santo, sigue proclamando esta noticia extraordinaria a todos los hombres de todos los tiempos. Y el sucesor de Pedro, peregrino en tierras españolas, os repite: España, siguiendo un pasado de valiente evangelización: ¡sé también hoy testigo de Jesucristo resucitado!

Plaza de Colón, 4 de mayo de 2003

FIDELIDAD A LAS RAICES CRISTIANAS
        Al dar gracias al Señor por tantos dones que ha derramado en España, os invito a pedir conmigo que en esta tierra sigan floreciendo nuevos santos. Surgirán otros frutos de santidad si las comunidades eclesiales mantienen su fidelidad al Evangelio que, según una venerable tradición, fue predicado desde los primeros tiempos del cristianismo y se ha conservado a través de los siglos.

        Surgirán nuevos frutos de santidad si la familia sabe permanecer unida, como auténtico santuario del amor y de la vida. "La fe cristiana y católica constituye la identidad del pueblo español", dije cuando peregriné a Santiago de Compostela (Discurso en Santiago, 9.11.1982). Conocer y profundizar el pasado de un pueblo es afianzar y enriquecer su propia identidad ¡No rompáis con vuestras raíces cristianas! Sólo así seréis capaces de aportar al mundo y a Europa la riqueza cultural de vuestra historia. Sois depositarios de una rica herencia espiritual que debe ser capaz de dinamizar vuestra vitalidad cristiana, unida al gran amor a la Iglesia y al Sucesor de Pedro.

        Nos encontramos en el corazón de Madrid, cerca de grandes museos, bibliotecas y otros centros de cultura fundada en la fe cristiana que España, parte de Europa, que ha sabido luego ofrecer a América con su organización y después en otras partes del mundo. El lugar evoca pues la vocación de los católicos españoles a ser constructores de Europa y solidarios con el resto del mundo.

Plaza de Colón, 4 de mayo de 2003

APOSTOLADO
        España evangelizada. España evangelizadora. Ese es el camino. No descuidéis nunca esa misión que hizo noble a vuestro país en el pasado y en este momento intrépido para el futuro.

Plaza de Colón, 4 de mayo de 2003

NATURALIDAD
        Gracias a la juventud española, que ayer vino tan numerosa para demostrar a la moderna sociedad que se puede ser moderno y profundamente fiel a Jesucristo".

Plaza de Colón, 4 de mayo de 2003

 

LA VOCACIÓN

LA VOCACIÓN, ENCUENTRO CON CRISTO
        Mañana tendré la dicha de proclamar cinco nuevos santos, hijos e hijas de esta noble Nación y de esta Iglesia. Ellos "fueron jóvenes como vosotros, llenos de energía, ilusión y ganas de vivir. El encuentro con Cristo transformó sus vidas (...) Por eso, fueron capaces de arrastrar a otros jóvenes, amigos suyos, y de crear obras de oración, evangelización y caridad que aún perduran" (Mensaje de los Obispos españoles con ocasión del viaje del Santo Padre, 4).

        Queridos jóvenes, ¡id con confianza al encuentro de Jesús! y, como los nuevos santos, ¡no tengáis miedo de hablar de Él! pues Cristo es la respuesta verdadera a todas las preguntas sobre el hombre y su destino.

Aeródromo de Cuatro Vientos, 3 de mayo

NECESIDAD DE PERSONAS CON UNA ENTREGA PLENA
        Es una tarea de todos. En ella los laicos tienen un papel protagonista, especialmente los matrimonios y las familias cristianas; sin embargo, la evangelización requiere hoy con urgencia sacerdotes y personas consagradas. Ésta es la razón por la que deseo decir a cada uno de vosotros, jóvenes: si sientes la llamada de Dios que te dice: "¡Sígueme!" (Mc 2,14; Lc 5,27), no la acalles. Sé generoso, responde como María ofreciendo a Dios el sí gozoso de tu persona y de tu vida.

Aeródromo de Cuatro Vientos, 3 de mayo

VALE LA PENA DECIR QUE SÍ A DIOS
        Os doy mi testimonio: yo fui ordenado sacerdote cuando tenía 26 años. Desde entonces han pasado 56. Al volver la mirada atrás y recordar estos años de mi vida, os puedo asegurar que vale la pena dedicarse a la causa de Cristo y, por amor a Él, consagrarse al servicio del hombre. ¡Merece la pena dar la vida por el Evangelio y por los hermanos!

Aeródromo de Cuatro Vientos, 3 de mayo

 

LA PAZ

LA PAZ ES CONSECUENCIA DE CUMPLIR LA VOLUNTAD DE DIOS
        Deseo para cada uno la paz que sólo Dios, por medio de Jesucristo, nos puede dar; la paz que es obra de la justicia, de la verdad, del amor, de la solidaridad; la paz que los pueblos sólo gozan cuando siguen los dictados de la ley de Dios; la paz que hace sentirse a los hombres y a los pueblos hermanos unos con otros.

Aeropuerto de Barajas, 3 de mayo

LA PAZ ES UN DON DE DIOS
        La paz –lo sabemos– es ante todo un don de lo Alto que debemos pedir con insistencia y que, además, debemos construir entre todos mediante una profunda conversión interior.

Aeródromo de Cuatro Vientos, 3 de mayo

VENCER EL MAL CON EL BIEN
        Por eso, hoy quiero comprometeros a ser operadores y artífices de paz. Responded a la violencia ciega y al odio inhumano con el poder fascinante del amor. Venced la enemistad con la fuerza del perdón. Manteneos lejos de toda forma de nacionalismo exasperado, de racismo y de intolerancia. Testimoniad con vuestra vida que las ideas no se imponen, sino que se proponen. ¡Nunca os dejéis desalentar por el mal!

        Para ello necesitáis la ayuda de la oración y el consuelo que brota de una amistad íntima con Cristo. Sólo así, viviendo la experiencia del amor de Dios e irradiando la fraternidad evangélica, podréis ser los constructores de un mundo mejor, auténticos hombres y mujeres pacíficos y pacificadores.

Aeródromo de Cuatro Vientos, 3 de mayo