Dios sigue llamado hoy

Intervención de Juan Pablo II antes de rezar la oración mariana del «Angelus» junto a varios miles de peregrinos congregados en la plaza de San Pedro. Poco antes, el Papa había ordenado sacerdotes en la Basílica vaticana a 31 diáconos de la diócesis de Roma.

Ciudad del Vaticano, 11 mayo 2003.

El tesoro de las vocaciones Queridos hermanos y hermanas:

        1. Se celebra hoy la cuadragésima Jornada Mundial de Oración por las Vocaciones, que tiene como tema «He aquí a mi siervo, a quien elegí; mi amado, en quien mi alma se complace» (Mateo 12, 18; Cf. Isaías 42, 1-4). En esta significativa fecha, he tenido la alegría de ordenar esta mañana a 31 nuevos sacerdotes. ¡Demos gracias a Dios por este don tan precioso a la Iglesia y al mundo! Renuevo mi cordial felicitación a los ordenados y la extiendo de corazón a los familiares y amigos, y a quienes se han ocupado de su formación.

        Recemos para que estos nuevos sacerdotes, y todos los sacerdotes del mundo, se asemejen cada vez más a Cristo, Siervo del Señor, que no vino para ser servido sino para servir (Cf. Mateo 20, 28).

El papel de la escuela

        2. Con alegría dirijo un saludo especial a los numerosos jóvenes reunidos en la catedral de Chieti, donde tiene lugar la celebración nacional de la Jornada por las Vocaciones.

        Queridos, en virtud del Bautismo y de la Confirmación, todo cristiano está llamado a ser testigo del Evangelio. Pero, con especial vocación, Dios siempre ha invitado a alguno a una entrega más total de sí mismo a la causa del Reino. Ciertamente él también ha puesto su mirada en chicos y chicas de hoy. Exhorto a quienes sientan resonar en el corazón su voz a darle su propio "sí" generoso y a alimentarlo, después, día tras día, en la oración, permaneciendo unidos como los sarmientos a la vid (Cf. Juan 15, 5).

        Mi pensamiento se dirige, además, a los chicos y chicas de las escuelas de Roma, que esta mañana han participado en el Maratón de Primavera - Fiesta de la Escuela. También a vosotros, queridos, a vuestros padres, maestros y profesores, dirijo un afectuoso saludo. Esta fiesta nos ayuda a comprender mejor el importante papel que puede desempeñar la escuela en la educación de los muchachos a responder generosamente a Dios que les llama al servicio de los hermanos.

María 3. Modelo de esta adhesión disponible y total a la voluntad de Dios es la Virgen María. Al pronunciar su «He aquí» se definió «la esclava del Señor» (Lucas 1, 38) y se mostró plenamente disponible al designio de la salvación. Dirijámonos con confianza, por tanto, a la Madre de toda vocación, rezando en particular por los que hoy han recibido la ordenación sacerdotal.