CAPÍTULO
VII Pbro. Dr. Raúl Lanzetti www.iglesia.org |
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La
última actividad en Galilea En el curso de una de estas caminatas con los Doce hizo el segundo anuncio de la pasión y resurrección (Mt 17, 22-23; Mc 9, 30-32; Lc 9, 43b-45). De vuelta ya a Cafarnaún le es solicitado al Señor el pago del impuesto del Templo (Mt 17, 24-27). Y ya en la casa Jesús se extiende en la enseñanza acerca de la vida en la comunidad de sus discípulos, en la Iglesia (Mt 18, 1-35; Mc 9, 33-50; Lc 9, 46-50; 17, 1-10). De
Galilea a Judea Aunque se trasladó con discreción, de todas formas el Señor no pudo evitar algunos sucesos, conocidos solamente por sus testigos presenciales. Durante el viaje a la capital, y estando en la frontera entre Galilea y Samaría, Jesús realiza la curación de los diez leprosos (Lc 17, 11-19). En diálogo con ciertos fariseos imparte varias enseñazas sobre los últimos tiempos (Lc 17, 20-37). Muy en conexión con lo anterior expone la parábola del juez inicuo y la viuda importuna (Lc 18, 1-8). Y acercándose ya a Jerusalén enseña la parábola del fariseo y el publicano (Lc 18, 9-14). Comienza ahora un período magistralmente relatado por San Juan de intensa actividad del Señor en Jerusalén. En
la fiesta de Tabernáculos A mediados de la fiesta duraba ocho días el Señor decide salir de su estar de incógnito y enseña públicamente en el Templo (Jn 7, 14-30). Se suscitó una variedad de reacciones (Jn 7, 31); y entonces los fariseos comienzan a promover un mandato de captura del Sanedrín (Jn 7, 32). Al tanto de estas tratativas, Jesús anuncia su próxima partida (Jn 7, 33-36). El último día de la fiesta el más importante Jesús hizo gritando la promesa del agua viva (Jn 7, 37-39). Se suscitaron nuevas divisiones entre la gente (Jn 7, 40-43). También falla el intento de arresto ordenado por miembros del Sanedrín al servicio de seguridad del Templo (Jn 7, 44). Después de ser informado de este fracaso, se produce un profundo desacuerdo en el Sanedrín acerca de Jesús (Jn 7, 45-53). El Señor se retira entonces al Monte de los Olivos (Jn 8, 1). |
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