Ayer,
en Aix-la-Chapellle (Alemania), Clara Fey, fundadora de la Congregación
de las Hermanitas del Pobre Niño Jesús, que vivió
en la segunda mitad del siglo 19, fue proclamada bienaventurada. Demos
gracias a Dios por este devoto testigo del Evangelio, atenta educadora
de la juventud en dificultad.
Os
invito a orar por el pueblo de la República Centroafricana,
un país que he tenido la alegría de visitar y que llevo
en el corazón, y dónde están acontecido estos
días de violencia seria con muchas bajas, entre ellas un sacerdote.
Que el Señor, por intercesión de la Virgen María,
ayude a todos a decir no a la violencia y a la venganza, para construir
juntos la paz.
Saludo
a todos, romanos y peregrinos, especialmente los que vienen de Oviedo
(España), estudiantes de Vrbové (Eslovaquia) y niños
de coro de Berna. Un saludo especial para los nuevos guardias suizos,
sus familias y amigos, en la fiesta de este histórico y meritorio
Cuerpo. Un aplauso para ellos.
Saludo
a los representantes de la Asociación Meter, a quienes aliento
a continuar en el compromiso con los niños víctimas
de la violencia; así como los fieles de Piacenza y Borgoricco
y a los atletas de gimnasia de Castelfranco Emilia. También
escuché canciones del Camino Neocatecumenal
gracias
por vuestro trabajo de evangelización. Estáis en todas
partes, ¡gracias!
También
saludo a todos los internos de la Prison Latina, que están
espiritualmente unidos a nosotros.
A
todos os deseo un buen domingo. Y por favor, no os olvides de rezar
por mí. Buen apetito y adiós!