Pablo VI fue firme defensor de la misión ad gentes
Palabras del Santo Padre al introducir la oración del ángelus.
Ciudad del Vaticano, 19 de octubre de 2014.
Mente abierta corazón creyente
Jorge M. Bergoglio

Queridos hermanos y hermanas,

        al finalizar esta solemne celebración, deseo saludar a los peregrinos procedentes de Italia y de otros países, con un pensamiento especial para las delegaciones oficiales. En particular, saludo a los fieles de la diócesis de Brescia, Milán y Roma, unidas de forma significativa a la vida y al ministerio del Papa Montini. Doy las gracias a todos por la presencia y os exhorto a seguir fielmente las enseñanzas y el ejemplo del nuevo beato.

        Él fue un firme defensor de la missione ad gentes; es testimonio especialmente de la exhortación apostólica Evangelii nuntiandi con la que ha pretendido despertar el impulso y el empeño por la misión de la Iglesia. Y esta exhortación aún es actual, tiene toda la actualidad. Es significativo considerar este aspecto del pontificado de Pablo VI, precisamente hoy que se celebra la Jornada Mundial de las Misiones.

        Antes de invocar todos juntos a la Virgen con la oración del ángelus, me gusta subrayar la profunda devoción mariana del beato Pablo VI. El pueblo cristiano estará siempre agradecido a este Pontífice por la exhortación apostólica Marialis cultus y por haber proclamado María "Madre de la Iglesia", en ocasión de la clausura de la tercera sesión del Concilio Vaticano II. María, Reina de los Santos, nos ayude a realizar fielmente en nuestra vida la voluntad del Señor, así como ha hecho el nuevo beato.