Francisco sobre Irak: "¡No se lleva el odio en nombre de Dios!"
El Santo Padre se refiere también a la guerra en Gaza: 'no hace que empeorar el conflicto'. Pidió por quienes luchan por detener el virus del ébola. Y oraciones por su viaje a Corea
Ciudad del Vaticano, 10 de agosto de 2014.
En Él solo la esperanza
Jorge M. Bergoglio
Francisco, nuevo Papa
Javier Fernández Malumbres
Mente abierta corazón creyente
Jorge M. Bergoglio

“Queridos hermanos y hermanas,

        nos dejan incrédulos y desapuntados las noticias que llegan desde Irak: miles de personas entre las cuales tantos cristianos, son expulsados brutalmente de sus casas; niños que mueren de sed y de hambre durante la fuga; mujeres secuestradas; violencias de todo tipo; destrucción por todas partes, destrucción del patrimonio religioso, histórico y cultural”.

        “Todo esto --prosiguió el Santo Padre-- ofende gravemente a Dios y ofende gravemente a la humanidad. ¡No se lleva el odio en nombre de Dios! ¡No se hace la guerra en nombre de Dios!”.

        Y añadió: "Todos nosotros pensando a esta situación y a estas personas hacemos silencio y rezamos"...

        Y tras algunos instantes de silencio el Papa retomó sus palabras diciendo: “Agradezco a quienes con coraje están llevando ayuda a estos hermanos y hermanas, y confío que una eficaz solución política y a nivel internacional pueda detener estos crímenes y restablecer el derecho”.

        “Para poder asegurarles mejor mi cercanía a estas queridas poblaciones he nombrado como enviado personal a Irak, al cardenal Fernando Filoni que mañana partirá desde Roma” dijo.

        El Pontífice recordó además que existe otro conflicto no muy lejano del de Irak: “También en Gaza, después de una tregua ha recomenzado la guerra, que produce víctimas inocentes y que solamente empeora el conflicto entre israelíes y palestinos”. Y añadió: “Recémos todos juntos al Dios de la paz, por intercesión de la Virgen María: Dona la paz Señor, en nuestros días y vuélvenos artífices de la justicia y de la paz. María Reina de la paz, reza por nosotros".

        Otra intención fue que "recemos también por las víctimas del virus 'ébola' y por quienes están luchando para detenerlo”.

        Y después de saludar a los peregrinos presentes y a algunos grupos en particular dijo:

        “Desde el miércoles próximo hasta el lunes 18 realizaré un viaje apostólico en Corea: ¡por favor, acompáñenme con la oración!

        Y concluyó con su ya conocido “¡Buona doménica e buon pranzo, arrivederci!".