El papa Francisco: No puede haber paz sin diálogo
El Papa Francisco recibió hoy a un grupo de estudiantes y profesores del colegio japonés Seibu Gauken Bunri Junior High School, de Tokyo. En total fueron unos 200 estudiantes de 15 años y 15 profesores. En este breve encuentro en el patio de San Dámaso, el Santo Padre invitó a los jóvenes a encontrar a otras personas, a otras culturas, a crecer, a no aislarse, a emprender una aventura muy linda que es dialogar. Por que “no puede haber paz sin diálogo”.
Ciudad del Vaticano, 21 de agosto de 2013.
De Benedicto a Francisco. El cónclave del cambio
Paloma Gómez Borrero
Mente abierta corazón creyente
Jorge M. Bergoglio
¡Buenos días!

        Se ve que entienden el italiano… ¡Les saludo!
Es un gusto para mí esta visita. Espero que para ustedes este viaje sea muy fructífero ya que conocer a otras personas, a otras culturas nos hace siempre mucho bien: Nos hace crecer.

         Y esto, ¿por qué? Porque si estamos aislados en nosotros mismos, tenemos sólo aquello que tenemos, no podemos crecer culturalmente. En cambio, si vamos a encontrar a otras personas, a otras culturas, otras formas de pensar, otras religiones, salimos de nosotros mismos y comenzamos aquella aventura tan bella que se llama “diálogo”.

        El diálogo es muy importante para la propia madurez, porque al confrontarse con otra persona, con otras culturas, también al confrontarse sanamente con las otras religiones uno crece, madura.

        Es verdad que existe un riesgo: que si uno se cierra al diálogo y se enoja, puede pelear y el peligro es el de pelear. Y eso no está bien, porque nosotros dialogamos para encontrarnos, y no para pelear.

        Y ¿cuál es la actitud más profunda que debemos tener para dialogar y no pelear? La mansedumbre. La capacidad de encontrar personas, de encontrar culturas en paz. La capacidad de hacer preguntas inteligentes: “¿Por qué piensas que es así? ¿Por qué esta cultura es así?”.

        Hay que escuchar a los otros y después hablar. Primero escuchar, luego hablar. Esto es mansedumbre. Y si tú no piensas como yo … “pero, sabes, yo pienso diferente, tú a mí no me convences, pero igual somos amigos; he escuchado como piensas y tú has escuchado como pienso”.

        Y ¿saben una cosa?, ¿una cosa importante?, este diálogo es aquel que permite la paz. No puede haber paz sin diálogo. Todas las guerras, todas las luchas, todos los problemas que no se resuelven, que hay y existen es por falta de diálogo.

        Cuando hay un problema, diálogo: aquello produce la paz. Y esto es lo que deseo a ustedes en este viaje de diálogo, que sepan dialogar… “Ah, cómo piensa esta cultura, que bello esto, esto no me gusta”, pero dialogando. Y así se crece. Les deseo esto y un buen viaje por Roma. Les deseo lo mejor para todos, para su escuela y sus familias: que Dios les bendiga a todos. Gracias.