Benedicto XVI en Polonia (mayo 2006)
Saludo del Santo Padre
En Cracovia antes del rezo del Regina Cæli.
Cracovia, 28 de mayo de 2006).
Benedicto XVI. Una mirada cercana

        Antes de concluir esta solemne liturgia con el canto del Regina caeli y con la bendición, quiero saludar una vez más a los cracovianos y a los huéspedes de toda Polonia que han querido participar en esta santa misa. Os encomiendo a todos vosotros a la Madre del Redentor, pidiéndole que os guíe en la fe. Os agradezco vuestra presencia y el testimonio de vuestra fe.

        De modo particular me dirijo a la juventud, que ayer expresó su vínculo con Cristo y con la Iglesia. Ayer me disteis como regalo el libro de las declaraciones: "No la tomo, estoy libre de la droga".
Os pido como padre: sed fieles a estas palabras. Aquí están en juego vuestra vida y vuestra libertad. No os dejéis engañar por los espejismos de este mundo.

        Quiero saludar también a los becarios de la fundación Obra del Nuevo Milenio. Os deseo éxito en el aprendizaje de la ciencia y en la preparación de vuestro futuro.

        Saludo a todos los representantes de las más altas autoridades de la República polaca. Doy las gracias al Episcopado polaco y a los representantes de los Episcopados de los numerosos países de Europa que han querido participar en mi peregrinación en tierra polaca.

        Saludo a los profesores y a los alumnos de los ateneos de toda Polonia, representados por numerosos rectores. Doy las gracias a todos los que, de diversos modos, incluso mediante el esfuerzo de organizar los encuentros con los fieles, me han demostrado benevolencia.

        Que María interceda por vosotros y os obtenga todas las gracias necesarias.