Palabras del Rey Juan Carlos en la despedida a Benedicto XVI
En la ceremonia de despedida que tuvo lugar este domingo en el aeropuerto de Valencia-Manises .
Valencia, 9 julio 2006.
El Papa con las familias. Toda la enseñanza de Benedicto XVI sobre la familia

        Santidad,

        Muchas gracias por haber venido a esta muy querida ciudad de Valencia, y haber aportado el soplo de vuestro consuelo ante la tragedia aquí vivida recientemente. Muchas gracias también por las amables y sentidas palabras, cargadas de afecto, que habéis dedicado a España y a los españoles.

        Hoy concluye la primera Visita a España de Vuestro Pontificado. Un Pontificado que, os reiteramos de corazón, deseamos largo y fecundo.

        La Reina y yo queremos expresaros nuestra especial alegría y profunda satisfacción, al haber podido compartir con Vuestra Santidad unas horas tan gratas como intensas.

        Han sido dos días marcados por el extraordinario seguimiento que, en Valencia, así como en el resto de España y en el mundo, ha concitado la celebración del “Quinto Encuentro Mundial de las Familias”, contando con el estímulo de Vuestra sabia autoridad y dirección.

        Habéis recibido innumerables muestras de cariño, de cercanía y de respeto filial por parte de miles de familias.

        Santo Padre,

        Nos llena de reconocimiento y orgullo que España haya sido, en varias ocasiones, elegida para la celebración de importantes jornadas y encuentros de la Iglesia con indudable significación y proyección universal.

        Hace ya diecisiete años que tuvimos el honor y la suerte de que Vuestro Predecesor, Su Santidad el Papa Juan Pablo II, clausurara en Santiago de Compostela la “Cuarta Jornada Mundial de la Juventud”.

        Este año ha sido de nuevo España y, más concretamente, esta hermosa y emprendedora ciudad de Valencia, la elegida para este “Quinto Encuentro Mundial de las Familias”, que acaba de concluir.

        Mucho nos han reconfortado Vuestras fraternales palabras de amor y esperanza, sin olvidar la fuerza de Vuestro aliento a quienes más lo necesitan.

        También la Reina y yo agradecemos Vuestras generosas muestras de afecto hacia nuestra Familia.

        Dentro de unas semanas celebraremos la festividad del Apóstol Santiago, Patrón de España, camino y faro de Europa entera. Con tal motivo, Os pedimos que tengáis especialmente presentes a España y a los españoles.

        En nombre de todos, muchas gracias, Santo Padre, por Vuestra inolvidable Visita.

        Feliz viaje de regreso a Roma. Bien sabéis que aquí también tenéis Vuestra casa.