La verdad impulsa al amor
Juan Manuel Roca
Cómo acertar con mi vida
Cómo acertar con mi vida
Juan Manuel Roca

 

Un acto simultáneo

        No hay nada más íntimo en el hombre que lo que constituye en cada momento el impulso interior de su vida (Dios). Lo explica muy bien Juan Miguel Garrigues, en su libro Dios sin idea del mal, cuando dice: "Dios quiere que su proyecto de amor bondadoso pase por nuestra imaginación, a través del instrumento de nuestra libertad. Quiere que juguemos con ese instrumento; no quiere escribirnos una partitura o un guión de antemano y pedirnos que los ejecutemos. Para Dios no hay un guión escrito por anticipado porque la paternidad divina tiene esa cualidad única comparada con nuestra paternidad humana, que siempre vive en el presente de la libertad de sus hijos".

        Las normas divinas, su voluntad, no son externas o ajenas al bien propio del hombre, como la partitura y el poema no lo son al bien del músico y del declamador: Se obedece, pero no desde fuera sino desde dentro de la obra creada.

        Alejandro Llano explica que el yo humano no es un recinto cerrado y agobiante: es un vector de proyección y de entrega. En cierto modo es un vacío que clama por su plenificación. Ahora bien, para que esta plenitud de la vida lograda comience a desarrollarse es necesario proceder, simultáneamente, al vaciamiento de uno mismo y a la apertura amorosa. Mi peso interior no son mis ocurrencias, experiencias o caprichos, de los que más bien he de liberarme; lo que me afirma en la vida y me aporta voluntad de aventura –pasión por usar la vida y la libertad de un modo que valga la pena– es mi amor personal, definitivo e irreversible.

Verdad y amor         Porque, en efecto, cuando el ser libre encuentra la verdad tiene lugar el enamoramiento. En la persona la verdad y el amor están unidos. Afirma Polo que la verdad en el hombre es indisolublemente amor, superabundancia, más que un remedio necesitado. Someter la verdad al criterio de certeza –tratarla como un medio o instrumento para conseguir seguridad– constituye un error (es lo que les sucede a los que exigen una garantía absoluta para decidirse a actuar). La verdad no está destinada primariamente a aquietar la sospecha o la duda sino a movilizar. No deja de ser curioso que el padre de la mentira, que es Satanás, siempre actúe igual: induce al hombre a la sospecha y a la duda para paralizarle en el seguimiento de Dios, como hizo con Adán y Eva.