De monjita en monjita XXVII (Ni modo)
Chuy es el periodista imaginario del siglo XX que después de entrevistar a la madre Teresa de Calcuta se embarcó en una aventura que le está llevando a través de los siglos…

Arturo Guerra
Por las rutas de San Pablo (2ª ed.)
Salvador Muñoz Iglesias

 

 

Una ausencia inexplicable

        …Permanecí en Esmirna..., sólo viajé unos años atrás.

        Encontré a Juan. Sonriente y buena gente.

        Me acerqué y lo saludé:

        – Mire, soy de lejos y quisiera plantearle una cuestión.

        – Sí, dime.

        – Señor Juan, ¿cómo me comprueba la veracidad del cristianismo? ¿Todo por un oscuro galileo mitificado?

        – Veo que no lo conoces. Yo sí. Yo habré tenido unos 24 años cuando le crucificaron. Su delito es amar y rescatar. Soy testigo... Lo que era desde el principio, lo que he oído, lo que he visto con mis ojos, lo que contemplé y palparon mis manos tocante al Verbo de vida –porque la vida se ha manifestado, y yo he visto y testifico y te anuncio la vida eterna, que estaba en el Padre y se nos manifestó– lo que he visto y oído, te lo anuncio a ti...

        – Bueno, señor Juan, gracias.

        Salí y me senté. Busqué en mi libro al tal Jesús, seguro de poder encontrarlo...

        Y..., ¡no venía!... ¿Cómo era posible? ¿No se supone que él lo empezó todo?... Repasé el índice una y otra vez... Nada. No podía creerlo. Me sentí estafado por aquella monja vendedora...

        Ni modo. Tuve que conformarme con mi archivo mental sobre dicho personaje. Cuestión de cultura general. Sabía que era un judío galileo que nació en Belén. Sabía que era hijo de María (bueno..., esto lo aprendí en uno de mis viajes). Sabía que se consideraba, o que otros lo consideraron, Dios. Sabía que enseñaba algunos valores humanos... Hasta ahí mi disco duro… (Continuará).