La marcha de Blair reaviva su posible conversión al catolicismo
18.05.07 ABC
Política sin Dios

 

 

De modo paulatino

        Era cuestión de días, tras el anuncio de próxima dimisión de Tony Blair, que la prensa británica especulara sobre una conversión al catolicismo del pronto ya ex primer ministro, habida cuenta de la seguridad de que no abandonaría la Iglesia de Inglaterra mientras estuviera en el cargo.

        El asunto fue portada ayer en «The Times», con un primer plano de Blair con las manos juntas como si estuviera rezando (en realidad, en actitud pensativa), y el titular de que Blair «se declarará católico». El entrecomillado corresponde al religioso y sacerdote Michael Seed, quien suele celebrar misa en Downing Street cuando los Blair pasan el domingo en Londres.

        La información de ayer, en la que Seed precisaba que no sabía si algún día Blair entraría «oficialmente» en el catolicismo, fue acogida con un «sin comentarios» por parte del portavoz del primer ministro.

        Aunque la cercanía de Blair al catolicismo, siempre que no haya sido una concesión práctica a su familia (su mujer es católica y sus cuatro hijos fueron bautizados en esa confesión) o fruto de lo que quizás sea eclecticismo, puede deparar en el futuro su recepción por parte de la Iglesia de Roma.

        Blair nunca ha querido hablar sobre sus creencias religiosas más allá de confesar su fe en Dios y en Jesucristo. Bautizado en la Iglesia Anglicana, no prestó a la religión especial atención hasta su primer año de carrera en Oxford, donde tuvo una conversión de la mano del pastor australiano Peter Thompson. Fue la mezcla de teología y cuestiones sociales lo que propició ese redescubrimiento, llevándole por el camino de un socialismo cristiano.

Familia católica

        Se encontró con el catolicismo cuando se casó con Cherie Booth. Con ella comenzó a acudir los domingos a una misa católica y a comulgar. En 1996, siendo ya líder laborista y a un año de llegar al poder, recibió una carta del arzobispo de Westminster pidiéndole que no comulgara. Le argumentaba que quizás había tomado la comunión durante sus vacaciones en la Toscana italiana porque allí era difícil encontrar un templo anglicano, pero que esa dudosa excepción no podía continuar en Londres. Blair respondió con la queja de que «me pregundo si Jesús le hubiera dado importancia», pero parece haber seguido la instrucción.

«Criptocatolicismo»
        Bautizados sus hijos como católicos y enviados a escuelas católicas, Blair ha visto conveniente que la familia participara conjuntamente en las mismas ceremonias religiosas. Eso y comentarios de algunos sacerdotes que han celebrado misa para los Blair -primero acudían a parroquias próximas, luego la han tenido en su propia residencia por razones de seguridad- han dado pie a hablar del «criptocatolicismo» del primer ministro.

        En su inclinación religiosa, Blair ha rezado juntamente con Bush y ha mantenido conversaciones sobre la fe con el reverendo Ian Paisley, ahora jefe de Gobierno del Ulster, algo que sirvió para mejorar el entendimiento entre ambos. Desde el siglo XIX no hay impedimento para que el primer ministro británico sea católico.