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A diferencia de la primera parte, está versión fue un reto más, porque tuve muy presente, en papel que tenía que interpretar, que ya no era sólo actor, ahora se trataba de representar al escritor, al líder, al guionista, al poeta, al dramaturgo, a un hombre de gran corazón. Sin embargo, sin los preparativos técnicos hubiese sido mucho más difícil, porque ¿cómo es posible prepararse para interpretar a un hombre como él? Para interpretar al Santo Padre un elemento decisivo fue la emoción de la fe y las creencias.
Tuve la oportunidad de ver a Su Santidad Juan Pablo II en tres ocasiones. La primera vez fue cuando Su Santidad viajó a Polonia; yo tenía 7 años de edad. Recuerdo cómo millones de personas salieron a la calle para darle la bienvenida al Santo Padre. Yo en aquel momento pesaba demasiado para que mi mamá pudiera cargarme. Cuando el Papa se acercó en el «papamóvil» entonces salí corriendo a la calle. Quizá fue la impresión de mi imaginación infantil, pero tuve la impresión de que el Santo Padre me vio y me dio su bendición. Mi segundo encuentro con el Papa fue cuando leí sus poesías, en el Vaticano. Y la tercera vez fue unos días antes de empezar a tomar las primeras fotos para rodar la primera parte de la película, y darle a conocer que se haría una película sobre su vida.
No olvidaré nunca su ironía, ni el gesto que hizo tocándose su cabeza: fue un gesto de modestia. Después tuve la esperanza de que el Santo Padre se encontraría con una sorpresa al ver la película. Puedo decir que para mí, como actor, éste ha sido el trabajo más importante: representar a un hombre como el Papa.
Me enteré de la existencia del Papa cuando fue nombrado como representante de la Iglesia católica, siendo niño aún. Escuche las palabras que el Papa dijo estando en Polonia, «Que descienda tú espíritu sobre la faz de la tierra». Ya en aquel momento yo presentía que esas palabras iban a cambiar el rumbo del mundo, aunque no se refería directamente a la caída de la Unión Soviética. Si este tipo de convicción surgió en la cabeza de un niño, estoy convencido de que surgió en la cabeza de todos los polacos. Se puede decir que soy de la generación del Papa polaco porque toda mi vida he crecido bajo su pontificado. Para mí el Papa ha sido el hombre que ha cambiado la historia, un Papa que se atrevió a cambiar la historia de su propio país, y después la historia misma.
Al hablar de la película hay que tener en cuenta las dos partes, es una película que en su totalidad dura seis horas y que abarca toda la vida del Santo Padre. Giacomo Battiato escribió el guión, así su obra despertó el interés de muchísimas personas. Se tuvo la oportunidad de hacer tomas en los lugares pertenecientes al Vaticano, sin embargo, el apoyo más importante que tuve, fue el apoyo espiritual de la gente que estaba alrededor del rodaje. Pude hablar con ellos, y sentía apoyo en todo momento. Sabía al igual que ellos que iba a surgir una película importante, y de gran trascendencia.
Todas las películas concernientes a la vida del Santo Padre van a ser indudablemente comparadas. La primera parte de la película, que narra la juventud del Papa, fue grababa antes de la muerte del Santo Padre. Todos esperábamos que el Papa asistiera a la presentación, pero estaba enfermo y no pudo hacerlo. Las sucesivas películas, de otros directores surgieron después, cuando yo ya sabía que iba a trabajar en la producción de la segunda película. Por supuesto que he visto otras películas del Papa, y creo que esta muy bien que surjan tantas películas dedicadas a la vida de su Santidad, porque estoy convencido de que es nuestra obligación seguir hablando de su historia y volver a repetirla. | ||
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