Condenan en Arabia a un católico a 300 latigazos y 10 meses de cárcel "por evangelizar"
LA Razón 27.11.04
Torturas y falsas acusaciones         Condenado a recibir 300 latigazos y a permanecer 10 meses en prisión. Éste es el veredicto dictado contra el católico indio Brian Savio O'Connor bajo la acusación de "difusión del cristianismo". John Dayal, responsable de dos organizaciones indias que agrupan a laicos católicos y cristianos de diversas confesiones –la Unión Católica de la India y el Consejo Cristiano de la India– ha impulsado una iniciativa en defensa de O'Connor, con el envío de sendas cartas al rey de Arabia Saudí y al presidente de la India en las que se pide la liberación del preso. En la misiva, se subraya que "los indios van a Arabia Saudí y a otros países del Golfo Pérsico ante la pobreza desesperada y para mejorar su situación económica. Brian no tiene ningún antecedente penal ni en su patria ni en el extranjero y creemos que ha sido detenido sólo por sus convicciones religiosas". La carta solicita el amparo del Gobierno indio para que interceda ante las autoridades saudíes y pide al rey saudí que tenga un acto de clemencia hacia O'Connor. Dayal, además, ha denunciado que la policía religiosa saudí ha torturado a O'Connor durante su reclusión y que las acusaciones contra él son falsas. Cuatro son los cargos que se le imputan: posesión de 12 botellas de alcohol; posesión de dinero procedente de la venta de alcohol; tenencia de vídeos pornográficos y posesión de Biblias para su actividad como predicador cristiano. El acusado ha desmentido las acusaciones y ha apuntado que, cuando entró en el país, ya estaba en posesión de las Biblias y que no tuvo ningún problema en pasar la frontera. "O'Connor es sólo un buen cristiano", remachó Dayal. El observador permanente de la Santa Sede ante las Naciones Unidas, monseñor Celestino Migliore, expresó recientemente en la sede de la ONU que "la libertad religiosa es una condición necesaria para poder obtener el bien y la felicidad" y que su tutela es necesaria "porque ciertos episodios de violencia causan sufrimientos trágicos: se destruyen lugares religiosos, se maltrata y hasta se mata a personal religioso y se persiguen comunidades de creyentes", como es el caso de Brian O'Connor.