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Siete ediciones iniciales con un total de un millón doscientos mil ejemplares y contratos firmados con veintidós editoras de todo el mundo. Son los números del libro de Benedicto XVI "Jesús de Nazaret - Desde la entrada en Jerusalén hasta la Resurrección". El volumen se presentó la tarde del 10 de marzo en la Oficina de información de la Santa Sede. De su génesis, de las vicisitudes que han acompañado la realización y sobre todo de la compleja operación editorial que está en su base, "L'Osservatore Romano" ha entrevsitado al sacerdote salesiano Giuseppe Costa, director de la Libreria Editrice Vaticana (LEV).
--El mérito es un poco de todos, pero ante todo del autor, que lo ha entregado a tiempo. Luego siguió un largo trabajo de traducción a las distintas lenguas, y desde febrero la impresión y una organización que realmente ha requerido mucho empeño.
--Hace casi un año y medio, monseñor Georg Gänswein [secretario del Papa, ndr.] me entregó el texto en formato electrónico en una llave de memoria e impreso en papel. El Papa había concluido el texto a lápiz, con su inconfundible caligrafía menuda, que luego, como siempre, Birgit Wansing pasó al ordenador.
--Ciertamente. El libro, impreso por la Tipografía vaticana, es distribuido por la RCS, que con su excelente organización nos ha garantizado la distribución de trescientos mil ejemplares en tres días.
--En italiano, sobre todo, no ha sido sencillo, porque en estas décadas los libros de Joseph Ratzinger han sido traducidos por diversas manos: el desafío ha sido hallar cierta homogeneidad de lenguaje. Es preciso evitar también el riesgo de que la traducción en varias lenguas pueda no conservar o traicionar el pensamiento del autor. La fidelidad al original se ha asegurado con atención y cuidado gracias a los traductores de la Secretaría de Estado.
--Sí. Por ejemplo, la traducción china no era impecable, y otras no respondían al lenguaje teológico.
--Sí, el interés es superior y, como consecuencia, el número de editores ha aumentado. Y estamos sólo en los inicios: hemos firmado contratos con veintidós editoras en todo el mundo, pero estamos en negociaciones con otras.
--Cuando se sabe que el Papa está elaborando un libro, llegan peticiones de muchos países, así que los editores al final son sólo una parte de cuantos lo habían solicitado. En Estados Unidos, por ejemplo, Ignatius Press nos pareció la más adecuada, aunque lo habían solicitado editoras importantes como Doubleday y Our Sunday Visitor. Para la edición en francés, elegimos Parole et Silence, una casa editorial en crecimiento, muy comprometida en la difusión del magisterio papal, y en España Encuentro.
--Casi completo: no todos los editores del primer volumen han impreso también el segundo. La elección se debe a varios criterios. De seriedad editorial y organizativa, ciertamente, pero también de fiabilidad: nos decidimos por editores capaces de promover no simplemente un libro, sino también su contenido.
--El 10 de marzo han salido siete ediciones -en alemán, italiano, inglés, francés, español, portugués y polaco- con un total de un millón doscientos mil ejemplares. La edición alemana ha salido con ciento cincuenta mil ejemplares, pero Herder ha añadido cincuenta mil y está lista para otras tiradas. La edición italiana ya está distribuida con trescientos mil ejemplares, y estamos reimprimiendo otros cien mil. Mientras que en Francia están listos cien mil ejemplares, Portugal ha comenzado con veinte mil. A fines de marzo llegará la edición croata.
--Sí, y en algunas lenguas está disponible además para el primer volumen.
--En el Prólogo de este libro el propio Papa anuncia una tercera parte dedicada a los Evangelios de la infancia. Y la LEV tiene prevista una edición única de los tres volúmenes. Estamos convencidos de que este nuevo libro de Benedicto XVI será un long seller. Como tal será adecuadamente promovido a través de presentaciones, encuentros y otras iniciativas.
--No, este es sin duda el mejor período. Se podía haber publicado antes, pero en noviembre salió el libro entrevista.
--No solamente, sino que como editor debo decir que el Papa ha hecho crecer la LEV porque hemos tenido que adecuar infraestructuras y organización, demostrando capacidades que antes no teníamos. Obviamente el Papa nos estimula también en el ámbito cultural, para que propongamos ensayos en los que se comenten sus obras y libros, de modo que se divulgue así su magisterio entre el gran público.
--Siempre es fácil leer al Papa, incluso en los puntos más complejos. Benedicto XVI es un teólogo refinado, y algunas veces se adentra también en aspectos que tienen que ver con el método de investigación, pero quien tiene interés por la narración de la fe, por la dimensión espiritual o incluso sólo por la comunicación humana, siempre encuentra sus páginas muy comprensibles. Y cautivadoras. | |||||
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