|
Alexia:
alegría y heroísmo en la enfermedad
|
Miguel
Angel Monge
|
|
La
esencia del cristianismo
|
Romano
Guardini
|
|
La
Virgen Nuestra Señora (26ª ed.)
|
|
|
Después
de esta vida (5ª ed.)
|
|
|
|
|
Hoy
en día hay muchos problemas que preocupan a la sociedad y,
por tanto, a la Iglesia. Ante esta situación, ¿por qué
volver la vista atrás y hablar de los primeros cristianos,
como hace el Papa? ¿Acaso ellos sabían cómo salir
de una crisis económica, por ejemplo?
Evidentemente la
tradición cristiana representa algo tan importante que, si se
mira esta historia de veinte siglos, se encuentran muchas respuestas
a los problemas contemporáneos. Pero no hay que caer en el error
de pensar que en la Historia encontramos respuestas hechas. Lo que podemos
sacar de la Historia ("maestra de la vida") es un método
para afrontar los problemas que cada uno de nosotros tiene que asumir,
y esto es mucho más claro si se mira a la tradición cristiana.
Para muchos la
tradición puede significar algo estático. Por el contrario,
si uno mira la etimología, tradición quiere decir consigna,
transmisión. Esto implica que si se transmite algo, es porque
se tiene confianza en el futuro, porque es algo dinámico, fundamentalmente
optimista, que se renueva continuamente.
En este sentido,
el Papa insiste en la tradición cristiana porque de ahí
también se puede sacar un método que nos puede ser útil
hoy, mucho más si se trata de la lectura de la Palabra de Dios,
o mejor dicho de uno de sus aspectos. Esto lo ha recordado muy bien
el Concilio Vaticano II, que la Palabra de Dios no es sólo la
Biblia, sino primeramente el mismo Jesús.
En
su especialidad, los Padres de la Iglesia, encontramos el mensaje
cristiano unido a la tradición cultural grecolatina, y así
es como se recibe en los siglos posteriores, fijando la Tradición
de la Iglesia.¿Cree que hoy en día también es
posible hacer una síntesis entre el cristianismo y la cultura
actual para hacer llegar a más gente y con mayor eficacia?
La
Iglesia trata constantemente de sintetizar fe y cultura. Es algo que
ya se dio en el judaísmo helenístico, que asumió
el pensamiento y el idioma de los griegos para trasmitir la Biblia,
la Escritura Sagrada. Si no la hubiesen traducido, hoy el impacto, el
alcance de estos textos, sería mucho menor, similar a los escritos
del Antiguo Egipto o Mesopotamia, y la Historia habría tenido
un rumbo muy diferente.
Esto
ocurrió porque el judaísmo eligió abrirse a la
cultura profana. Mucho más los cristianos, adoptando los temas
filosóficos, el debate cultural antiguo y más tarde, en
el mundo latino, recogiendo el Derecho de Roma. Ha sido un enorme esfuerzo
de apertura cultural que ha tenido frutos importantes.
Es
ese sentido, hoy también hay que estar dispuestos a evaluarlo
todo como dice San Pablo y retener lo que nos parezca bueno.
Es fundamental para vivir con el hombre contemporáneo. Los cristianos
de hoy en día debemos vivir entre nuestros conciudadanos como
iguales, sin intentar formar un grupo aparte, sin sectarismos, porque
somos como todos los demás.
Los
Padres de la Iglesia son conocidos como importantes santos dentro
de la Iglesia, pero muchas veces sus escritos no son conocidos, o
los fieles no acuden a ellos por considerarlos complicados y muy arcaicos.
¿Cómo hacer más accesible el mensaje de los Padres
de la Iglesia hoy en día?
Es un problema
que concierne a todos los textos antiguos porque hay que traducirlos,
comentarlos, explicarlos
Es una tarea importante, y más
en el caso de los escritos de los Padres, puesto que entre figuras como
San Jerónimo o San Agustín y los cristianos de nuestro
tiempo existe un vínculo único. En virtud de la Comunión
de los Santos tenemos un sentido de pertenecer a una misma Historia,
una familia, más fuerte que el que podría tener hoy un
lector de Platón o Terencio.
En
la pasada entrevista nos hablóde su especial predilección
por San Jerónimo. ¿Podría hablar un poco sobre
la importancia de este Santo y su labor dentro de la Tradición
de la Iglesia?
Tengo
que empezar hablando de su patronato. Es el patrón de los traductores,
incluidos muchísimos no cristianos, aunque no lo sepan.
Ha sido fundamental, como lo fue la traducción griega del Antiguo
Testamento, la labor de San Jerónimo traduciendo la Biblia entera
de los originales directamente al latín. Los rehace con calidad
(San Agustín estaba horrorizado con lo que había antes).
San Jerónimo quiere mejorarlo y en la Vulgata difundida
ha plasmado el pensamiento occidental de varios siglos.
Su trabajo tiene que ver con la consideración de la Palabra de
Dios: en primer lugar, Jesucristo. La inspiración no es de un
texto como tal, sino es el conjunto de libros, por lo que se puede "corregir"
a Dios. A los protestantes les preocupa mucho, mientras que los católicos
son más flexibles, porque saben que lo inspirado es el texto,
no su forma concreta.
Paul
Claudel (poeta francés) dijo de la Vulgata: "No será
un texto teológicamente inspirado, pero sí que lo es desde
el punto de vista literario".
El Papa Dámaso le pide que empiece por el Evangelio y va con
mucho cuidado: retoca solamente, pues la gente estaba acostumbrada al
texto anterior. Esta traducción muestra la actitud de apertura
máxima a la cultura profana, la disposición a dialogar
con todos, a pesar de la fama de San Jerónimo de tener un carácter
terrible.
|