Historia y propiedades de las iglesias ortodoxas cismáticas hasta el concilio Vaticano I

3. Patriarcado de Moscú

La Iglesia ortodoxa separada de la unión con la Sede de Pedro en el año 1054 se fue fragmentando en iglesias autónomas o autocéfalas. A diferencia del protestantismo los ortodoxos han conservado la unidad doctrinal y de culto, pero han perdido la unidad de jurisdicción.

Rusia se convirtió por la fuerza al cristianismo y siguió a Constantinopla en su cisma

El Patriarcado de Moscú

        La historia de este Patriarcado es sumamente interesante y va unida a la historia misma de Rusia.

Período normando
         A finales del siglo IX los normandos paganos habían conquistado el territorio en torno a Kiev, junto al Dnieper. En 957 la princesa rusa Olga, viuda de Igor I, de la estirpe normanda de los vargos, fue bautizada en Constantinopla. Su nieto Vladimiro se bautizó también en Constantinopla en 989 y se casó con la princesa bizantina Ana. Es curioso que, pocos años antes, Otón, el primer emperador romano-germánico se había casado con Teophanu, otra princesa bizantina. Constantinopla era todavía el centro del mundo pero dos nuevas potencias estaban creciendo en Occidente y en el Norte. Vladimiro introdujo el cristianismo en Rusia por la fuerza. Trajo sacerdotes de Constantinopla, construyó muchas iglesias y puestos de misión. En 1035 Kiev se convirtió en sede metropolitana. En 1054 siguió a Constantinopla en el Cisma de Roma y con esto se cerró también a todo lo occidental.

 

Otra cultura ajena al resto de Europa

        Para comprender la historia de Rusia hay que tener en cuenta que los rusos no han conocido la cultura románica ni la gótica, ni el Renacimiento, ni la Reforma, ni la Contrarreforma, ni el Barroco, ni el Romanticismo europeos. Durante seis siglos, desde el Cisma hasta 1589, la Iglesia rusa fue un obispado sufragáneo de Constantinopla y casi todos sus metropolitanos fueron bizantinos.

Los tártaros arrasaron

Periodo tártaro
         El año 1224 irrumpieron en la región las hordas mongolas de Gengis Kan. En 1237 Batu Kan conquistó Muscú y mató a toda su población. En 1240 conquistó Kiev y el metropolitano José fue asesinado. En 1242 constituyó el Imperio de la Horda de Oro, con capital en Saran, junto al Volga. Los tártaros dominaron Rusia durante 240 años (1240-1480). Por superstición, respetaron la Iglesia. Bajo el Imperio tártaro diversos príncipes rusos se disputaban la hegemonía. A comienzos del siglo XIV Iván I se impuso a los demás señores rusos, se tituló Gran Duque de Moscú y el metropolitano de Rusia se trasladó a esta ciudad.
Influencia del poder temporal         Pero este espiritu imperial se transformó, según el modelo tártaro, en el absolutismo ruso-mogol. Su nieto, Iván IV el Terrible (+1584) cayó en el despotismo asiático. Extendió sus fronteras hasta el Caspio y Siberia, y a los 17 años se tituló "Zar de todas las Rusias". La idea imperial habia cuajado. Circularon poemas y narraciones literarias que la popularizaron como estos versos del starez Filofei de Psow del tiempo de Iván el Terrible: "La mujer vestida del sol, la Iglesia cristiana, huyó de la antigua Roma a causa de la herejíá. Huyó a la nueva Roma, es decir, la ciudad de Constantinopla. Pero tampoco aquí halló paz; la lglesia de Constantinopla fue destruida. Por eso huyó a la tercera Roma; esta es la nueva Rusia". En 1589 el metropolitano de Moscú pasó a titularse: "Patriarca de la ciudad del Zar, Moscú, la nueva Roma, y de todas las Rusias".
El poder político domina a la Iglesia         En el siglo XVII los patriarcas de Moscú habían alcanzado una soberania casi teocrática. Esto cambió con la llegada al trono del zar Pedro el Grande en 1689. Educado en Occidente, situó a Rusia entre las grandes potencias europeas. No toleró la gran autoridad que tenia la Iglesia. Durante 20 años dejó la sede vacante. En 1723 instituyó el Santo Sínodo Dirigente, cuyos miembros eran nombrados por él. El Patriarca le reconocia como suprema autoridad eclesiástica de Rusia. Comenzó así la dictadura zarista que duraría hasta la Primera Guerra Mundial.
Persecución le Iglesia Periodo comunista
         En 1917 el Santo Sínodo se derrumbó junto con el zarismo. Entonces, se reconstituyó apresuradamente el antiguo Patriarcado de Moscú y se eligió un patriarca. Pero el bolchevismo tomó la iniciativa en la revolución y Lenin se adueñó del poder. Comenzó por declarar la separación entre la Iglesia y el Estado y después empezó la persecución sistemática, con una crueldad que recordaba a los tártaros.
La Iglesia estuvo a punto de desaparecer por la persecución comunista         En veinte años (1918-1941) la Iglesia ortodoxa rusa estuvo a punto de desaparecer. De 130 arzobispados a 28 obispos, de 50.960 sacerdotes diocesanos a 5.665, de 90.000 monjes a unos centenares repartidos en 37 monasterios, de 40.500 iglesias y 25.000 capillas a 4.255. Pero en 1941, ante el avance alemán, Stalin frenó la persecución. Desde entonces el gobierno comunista cambió su estrategia. En 1943 permitió la elección de un nuevo patriarca, y al terminar la guerra reconoció a la Iglesia Ortodoxa como corporación de derecho público. Pero se le prohibían las reuniones de fieles fuera de las iglesias, toda actividad cultural y social, eriqir hospitales propios. Además se le prohibía toda propayanda religiosa en las escuelas, en los hospitales, en las cárceles, en los campos de concentración y en el ejército. Mientras tanto, la educación estatal era absolutamente hostil a la religión. Los fieles eran tenidos como ciudadanos intelectualmente atrasados y la religión era proclamada como un obstáculo para el progreso técnico-económico. A los miembros del Partido y de las asociaciones juveniles les estaba prohibida toda actividad religiosa.
La Iglesia hizo concesiones pero manteniendo el dogma y la liturgia         El Estado soviético utilizó su reconocimiento oficial de la Iglesia ortodoxa para aparecer tolerante ante las naciones extranjeras. Y en ocasiones se sirvió de las fuerzas eclesiásticas para sus fines propagandísticos (propaganda por la paz mundial). Se ha criticado a la jerarquía ortodoxa tantas concesiones al sistema. Pero su respuesta es que a pesar de haber cedido en muchas cosas, han mantenido inviolable el dogma ortodoxo, han logrado que continue la vida litúrgica y sacramental, nunca han retractado el anatema contra el comunismo del Concilio de 1917-1918 y han sido la única organización oficialmente reconocida que ha estado en oposición ideológica con el comunismo. Las críticas al Patriarcado vienen también por haber sometido a su jurisdicción todas las comunidades ortodoxas de las regiones anexionadas por la Unión Soviética e incluso las comunidades católicas de estas regiones, que fueron unidas a la ortodoxia por la fuerza. Evangelización ortodoxa de la Rusia asiática.
El "campo misional a más grande del mundo"         Antes de terminar, conviene hacer una breve referencia al enorme esfuerzo misionero realizado por la Iglesia rusa. No hay que olvidar que, como dice Ernest Benz: "La Rusia asiática es geográficamente el campo misional más grande del mundo; y por la variedad de sus pueblos y sus dificultades cilmatológicas y geográficas es también el más duro y el más dificil". A pesar de todo, los esfuerzos por llevar el Evangelio a todos esos pueblos asiáticos no se han interrumpido. En el siglo XII los monjes misioneros alcanzaron a los Votiacos y los Cheremisos. En el siglo XIII los Schudos en el lago Ladoga. En el siglo XIV los Carelos en el mar BlanGo y los Lapones en el lago Onega. En los siglos XV y XVI los Morduinos, los Cherqueses y los Ostiacos en Siberia. En el siglo XVII los Tungusos y los pueblos de las regiones del lago Baical, Mongolia y Manchuria. En el siglo XVlll los Calmucos, los Ossetos los Grusinios y los Kirguisos. Se logró la conversión de 40.000 Ostiacos, Vogules, Tártaros y Tungusos. Se fundaron monasterios e iglesias en Siberia Oriental. En 1727 se constituyó el Obispado de Irkutsk, tan grande como toda Europa. En el siglo XIX se alcanzaron las Islas Aleutianas, Kamchatka, las Islas Kuriles y Alaska.
El importante influjo del dominio comunista


Las Iglesias ortodoxas de Europa Oriental en los países de régimen comunista

        El avance del comunismo significó un retroceso de la influencia del Patriarcado Ecuménico a favor del de Moscú. Esta influencia se convirtió en sometimiento directo en los países que fueron anexionados a la Unión Soviética. Las tres repúblicas bálticas fueron anexionadas por la U.R.S.S. en 1940. Las Iglesias ortodoxas que dependían de Constantinopla pasaron a Moscú. Estonia fue evangelizada por misioneros germanos y daneses desde el siglo XII. En 1524 pasó al Luteranismo. A mediados del XIX comenzó un movimiento hacia la Iglesia ortodoxa. En 1956 eran 250.000 fieles (20% de la población). Es un arzobispado dependiente de Moscú. Letonia también pasó al Protestantismo en el XVI. Una parte, bajo influencia polaca, permaneció católica. La zona luterana fue anexionada por Rusia en 1705. De una población de dos millones de habitantes: 1 millón de luteranos, 700.000 católicos y 300.000 ortodoxos que dependen de Moscú. Lituania permaneció católica gracias a los esfuerzos del cardenal Hosio. En el siglo XVIII surgió una diócesis ortodoxa por la anexión al Imperio ruso. En 1940 el 80% de la población eran católicos, por lo que tuvo que sufrir especiales vejaciones bajo la dominación comunista. El arzobispo ortodoxo fijó su residencia en Vilna y se unió al Patriarcado de Moscú con 80.000 fieles.

 

 

 

 

La situación de la Iglesia en los países "satélites"

El catolicado ortodoxo de Georgia
         El Patriarcado de Moscú reconoció su autocefalia o independencia teórica.

La Iglesia autocéfala de Polonia
         Reconocimiento teórico de la autocefalia, pero vinculación práctica a Moscú, ya que el metropolita es ruso.

La Iglesia autocéfala de Checoslovaquia
         Aunque a consecuencia de la guerra perdió la mayoría de sus miembros, incorporó a 300.000 de la diócesis eslovaca de Preusov. Además, cuenta con otras tres diócesis: Praga, Olmutz y Maijailovce con un total de 314 parroquias. Su situación fue algo más favorable por una cierta protección del Estado.

La Iglesia autónoma de Hungría
         Sujeta a la jurisdicción del patriarca de Moscú, que le concedió la autonomía en 1949, es la Iglesia ortodoxa más reducida, cuenta con unos 60.000 fieles.

El patriarcado de Rumanía
         Muy vinculado al de Moscú, aunque jurídicamente independiente, abarca más de 12 millones de fieles y tuvo una situación similar a la de la Iglesia ortodoxa en Rusia.

El patriarcado de Bulgaria
         Fue constituido en 1953, con la desaprobación del Pariarcado Ecuménico y de las Iglesias de Grecia y Chipre. Es el más reciente de los Patriarcados ortodoxos y cuenta con unos 6 millones de fieles.

La Iglesia autocéfala de Albania
         Cuenta con unos 220.000 fieles, se desarrolló bajo condiciones precarias bajo la dominación bolchevique, con grave carencia de sacerdotes y con obispos mediatizados por el comunismo.

El patriarcado serbio
         Unidos desde el siglo IX al Patriarcado de Constantinopla, los serbios se mantuvieron católicos en el Cisma del siglo Xl. Pasaron a la ortodoxia dos siglos más tarde por la intervención del monje Sava Pasko, que logró constituirla en Iglesia autocéfala. En 1355 fue elevada a la dignidad de Patriarcado. Cuando en 1918 se fundó el estado yugoslavo, el patriarca se estableció en Belgrado. Bajo el gobierno del mariscal Tito fue duramente perseguida.