'El hombre bueno' y '¿A los buenos les pasan cosas buenas?'
Aníbal Cuevas
La felicidad de andar por casa
La felicidad de andar por casa
Aníbal Cuevas
El hombre bueno

        La película alemana "La vida de los otros" hace una apología del hombre bueno, utilizando primero una pieza musical que luego se convierte en libro y cuyo titulo es "Sonata para un hombre bueno"

        En esta linea del hombre bueno, me llamó la atención un artículo que leí sobre el juramento de Hipócrates que hacen los médicos. Escribía el autor que aunque una sociedad pueda ir al precipicio, los hombres virtuosos serán siempre el norte que señala la vuelta a la sensibilidad moral.

        Interesante tema este del valor del ejemplo de los hombres buenos, de los hombres virtuosos, como referencia para el resto de los mortales. La biografía siempre ha sido un medio muy eficaz de educación al presentar vidas de héroes, descubridores o santos. Personas que hicieron de su vida un servicio a los demás aunque para ello tuvieran que ir contracorriente y superar mil y un obstáculos.

        La existencia de hombres buenos implica la existencia de un bien y de la lucha por alcanzarlo. El hombre bueno no es el relativista que no molesta a nadie, el bonachón, el que pretende contentar a todos. El hombre bueno molesta a unos y anima a otros pero no deja a nadie indiferente. Habría que reivindicar la biografía como material educativo.

¿A los buenos les pasan cosas buenas?

        Recientemente vi una película bastante mediocre cuyo titulo no recuerdo. En una escena de la película, una madre, enferma y a punto de morir, le da un beso a su hijo y le dice: "recuerda, a los buenos siempre les pasan cosas buenas". En principio me pareció una frase hueca, vacía, propia del buenismo dominante.

        Sin embargo le he encontrado un sentido distinto. Es un hecho objetivo que tanto a los buenos como a los malos les pasan cosas buenas y cosas malas. Quizás la diferencia estriba en cómo las afrontan unos y otros.

        Quiénes tienen esperanza encuentran un sentido a las cosas que les ocurren. Se puede dar un sentido al presente si lleva hacia una meta, si podemos estar seguros de esta meta y si esta meta es tan grande que justifique el esfuerzo del camino.

        Se trata de buscar el sentido a lo que se vive y se hace. De buscar y creer que existe lo mejor, el bien y la verdad. Cuando se descubre esto, efectivamente a los buenos les ocurren cosas buenas