'Reivindicación del compromiso' y 'Exigencia compromiso alegres'
Aníbal Cuevas
La felicidad de andar por casa
La felicidad de andar por casa
Aníbal Cuevas
Reivindicación del compromiso

        La mayoría de los mensajes que nos llegan, tanto a los adultos como a los niños y jóvenes, son aquellos que reivindican la libertad como ausencia de compromisos o como independencia absoluta. En el fondo son fruto de ideologías que pretenden desvincular a la persona y enaltecer al individualismo.

        Frente a este pensamiento hay que reivindicar el compromiso como auténtico factor determinante de libertad. Un compromiso libremente asumido es la mayor fuente de felicidad y libertad. Atreverse al compromiso es un acto noble y de valentía que hace a las personas más humanas.

        Ser valiente y luchar por cumplir el compromiso adquirido es propio de la condición humana y una de las ideas nucleares que los padres debemos vivir y transmitir a nuestros hijos. Es tiempo de valientes, de personas gallardas y con ganas de comprometerse. Definitivamente, la auténtica libertad no está en la desinhibición sino en la capacidad de compromiso.

Exigencia y compromiso alegres

        Es cierto que en un ambiente de exigencia y compromiso es donde las personas dan lo mejor de sí mismas y son más felices. Pero habría que insistir más en que esa exigencia debe ser amable, una exigencia gozosa, un deportivo esfuerzo de superación, de mejora y de progreso en servicio a la sociedad, a los demás y que por tanto redunda en el propio perfeccionamiento personal.

        La exigencia y el compromiso tienen mala prensa, se relacionan con imposición, falta de libertad, tristeza. Nada más lejos de la realidad. Hay muchas personas que cada día intentan dar lo mejor de sí mismos superando una y otra vez la tendencia a la comodidad, al mínimo esfuerzo o al propio lucimiento. Sólo desde una visión generosa de la vida se puede entender que la exigencia y el compromiso son fuente de inmensa felicidad para uno mismo y para los demás.