Pienso que existe cierta confusión en lo que significa educar. Se confunde con el proceso de aprendizaje intelectual o con las buenas maneras y el respeto. En ambos casos la educación queda muy limitada.

        La educación tiene más que ver con el crecimiento como persona y por tanto va mucho mas allá de la mera adquisición de conocimientos o el cuidado de las formas. Afecta a lo mas hondo del ser humano y está muy relacionado con la felicidad.

        El conocimiento de la verdad y del bien y su puesta en práctica deben de ser el principio y el fin de toda actuación educativa, la transmisión de valores y virtudes encuentran su lugar ideal en un entorno de cariño y exigencia.

        Por todo ello considero que el papel de la familia nacida del amor y el compromiso de un hombre y una mujer es insustituible en el proceso educativo. En la familia las personas son queridas por si mismas y no por lo que tienen o hacen, por eso mientras existan personas existirá la familia.

        Las crisis que parecen afectarle son más bien crisis de las personas que las componen y, en todo caso, están producidas por las lógicas adaptaciones de todo organismo vivo. Sin embargo lo identitario y especifico de la familia siempre permanecerá. El ámbito natural en que las personas desde su nacimiento hasta su muerte crecen en humanidad.

Potenciar la familia

        Fracaso escolar, enfermedades alimentarias, drogas, alcoholismo, relaciones sexuales cada vez mas tempranas y aumento del numero de abortos son, entre otros, algunos de los graves problemas a los que se enfrenta nuestra sociedad.

        Con ser grave el presente, lo es mucho mas el futuro ya que estos males afectan a personas concretas, con nombre y apellidos, que se verán marcados por estas experiencias a lo largo de su vida.

        Ante estos problemas la acción de la mayoría de los responsables políticos consiste en dedicar enormes esfuerzos económicos en materia asistencial, es decir, intentar resolver el problema una vez que existe. En general se da en los países desarrollados una buena política asistencial, sin embargo estas actuaciones no atajan los problemas y además requieren enormes esfuerzos económicos que se desvían de otras partidas.

        Nuestra sociedad necesita una sólida política familiar. Es en la familia donde se previenen estos problemas y sus consecuencias. Una sociedad formada por familias fuertes es una sociedad de personas mas libres, responsables y solidarias y por tanto una sociedad mejor.

        Las políticas familiares debieran ir dirigidas a:

        - Potenciar y blindar el matrimonio. La experiencia demuestra, mas allá de prejuicios ideológicos, que la defensa de la familia pasa por el reforzamiento del vinculo matrimonial, quienes contraen matrimonio deben saber y sentir que contraen una grave responsabilidad.

        - Crear una sólida red de mediadores familiares. Los conflictos en el matrimonio son algo inevitable, como lo son en todas las relaciones humanas. Sin embargo la solución no es huir sino por afrontar los problemas, la figura de profesionales que ayuden a salvar el matrimonio, y no solo a separarse en paz, es fundamental.

        - Formación de los padres. Todos los profesionales se reciclan para ser más competentes en su trabajo y las empresas gastan enormes cantidades de dinero en esta materia. Se hace imprescindible ayudar a los padres a ejercer su principal función: educar a sus hijos. Ante una sociedad tan cambiante como la nuestra y en la que hay tantas influencias, los padres necesitan una seria formación en áreas como las características psicológicas de los hijos, maneras de actuar, manejo de tensiones, educación de la voluntad, ejercicio de la autoridad, etc .....

        -Medidas efectivas, y no solo de imagen, de conciliación familiar y laboral. Estas medidas pasan no solo por la implicación del padre en el hogar y la educación de los hijos sino también por revalorizar el papel de la madre de familia y reconocer la función que realizan las mujeres que libremente deciden trabajar en su hogar.