'La alegría de una familia numerosa' y 'Una comida diaria en familia'
Aníbal Cuevas
La felicidad de andar por casa
La felicidad de andar por casa
Aníbal Cuevas
La alegría de una familia numerosa

        Las últimas estadísticas publicadas reflejan una caída del número de familias numerosas en España del orden del treinta por ciento en diez años. Los datos no son muy fiables ya que muchas familias no se registran como tales al no aportarles ninguna ventaja, otras no renuevan la inscripción al caducar y, por último, a la hora de hacer la estadística no se tienen en cuenta a los hijos mayores de 18 años.

        Independientemente de lo dicho, es cierto que escasea el número de familias numerosas y pienso que hay una razón fundamental: nuestra sociedad es una sociedad que busca la seguridad y el bienestar a toda costa. Fundar una familia numerosa supone amar el riesgo y renunciar, en la mayoría de los casos, a comodidades y bienestar material.

        Es cierto que hay problemas para conciliar vida laboral y vida familiar y que hay problemas económicos, pero insisto: creo que el fondo de la cuestión se plantea en la actitud ante la vida. Es necesario un cambio de mentalidad para superar la crisis demográfica de Europa.

        La familia numerosa es la empresa mas arriesgada a la que se pueden enfrentar un hombre y una mujer. Dar la vida a varios hijos supone una entrega muy grande y hacen falta, hoy por hoy, convicciones muy arraigadas y, sobre todo, una visión alegre y optimista de nuestro mundo.

        La familia numerosa es un bien para la sociedad y por ello debiera ser protegida especialmente

Una comida diaria en familia

        Cada vez preocupan más las enfermedades asociadas a problemas alimentarios. La anorexia y la bulimia son patologías que afectan gravemente a personas de todas la edades, pero especialmente a niños y jóvenes. A ellas se une la obesidad, que cada vez preocupa más a los médicos.

        No soy experto en estos temas pero me atrevo a asegurar que hay algo común a todas ellas: se pueden prevenir, y se puede hacer de manera relativamente fácil. Creo que no es una temeridad afirmar que con sólo mantener una comida diaria en familia, muchas personas no caerían en estas situaciones tan graves.

        Una simple comida familiar cada día puede dar pautas a los padres de cómo y qué comen nuestros hijos, comer en familia es una escuela de modales y, sobre todo, un lugar de encuentro, de hablar, de reír. Lo ideal es que ese momento se considere "sagrado" y que no haya televisión ni teléfonos por medio.

        Lógicamente supone un esfuerzo: adaptar horarios y renunciar a otras cosas, pero les puedo asegurar que merece la pena y que es posible. La solución a tantos males de nuestro tiempo está asociada a la recuperación de la vida de familia y del hogar.