Vida de familia
"Los únicos goces puros y sin mezcla de tristeza
que le han sido dados sobre la tierra al hombre,
son los goces de familia"

Giuseppe Mazzini
Aníbal Cuevas
La felicidad de andar por casa
La felicidad de andar por casa
Aníbal Cuevas

La necesidad de una familia

        Me comentaba una adolescente, hija de familia numerosa y estudiante de primero de carrera, que había quedado para merendar con una chica de su clase. No se conocían mucho y durante la merienda estuvieron hablando de cosas de la vida, de sus inquietudes, de sus familias.

        
Le mostró fotos de su familia, de sus padres y sus tres hermanos. Fotos llenas de recuerdos, de risas y sonrisas, de mejores y peores momentos, fotos llenas de amor. Adivinó en los ojos de su nueva amiga una cierta mirada de nostalgia.

        Al preguntarle por su familia ésta le contestó que su padre vivía con otra mujer, su madre sola, su hermano en otra ciudad y ella también sola en un piso. Le dijo que no tenía ninguna foto de su familia y que no guardaba grandes recuerdos de su vida en común. Mi amiga adolescente se conmovió, su amiga lo decía con pena y nostalgia.

        Se propuso ser su amiga y ayudarla a vivir todo eso que sólo se siente cuando uno es querido por ser quien es y que sólo se vive en una familia. A mi me sirvió para confirmarme que debemos hacer visibles nuestras familias.

        La gente anda necesitada del amor que sólo una familia puede dar, un amor incondicional y desinteresado. Los medios de comunicación y de entretenimiento, cine y televisión no reflejan casi nunca familias estables y fuertes, pero las hay.

La grandeza de la familia

        Como ya hemos visto, la educación supone crecer y madurar como persona, por medio de la vivencia de virtudes que nos hagan más felices a nosotros y hagan más felices a los demás. Este proceso no es algo exclusivo de los niños, todos los seres humanos de cualquier edad o condición estamos inmersos en un proceso de mejora personal.

        Es en la familia donde aprendemos a ser mejores, es en ella dónde se dan las mejores circunstancias para que así sea: sacrificio, amor y confianza. Se suele entender que la educación es la labor que hacemos los padres con los hijos, sin embargo la realidad es mucho más amplia. Si entendemos por educación el proceso de mejora personal, podemos afirmar que todas las personas somos educandos. En cada momento de la vida y en todos los aspectos podemos mejorar.

        No solo los padres educamos a los hijos sino que cada miembro ayuda a los otros a ser mejores, la lucha de cada uno por hacer el bien repercute en los demás. Los hijos ayudan a los padres, la mujer al marido y viceversa. En la convivencia familiar se da un proceso educativo continuo del que la mayoría de las veces no somos conscientes.

        Es muy útil que los hijos vean a su padre y a su madre luchar contra sus defectos, que pidan perdón y que les exijan. Educar es duro y a veces se hace muy cuesta arriba pero podemos disfrutar si vemos en la tarea una lucha conjunta de padres e hijos por ser mejores, esa es una de las grandezas de la familia.