'Mi padre era admirable' y '¿Esto no se soluciona con pastillas?'
Aníbal Cuevas
La felicidad de andar por casa
La felicidad de andar por casa
Aníbal Cuevas
Mi padre era admirable

        "Mi padre era admirable y casi todos mis recuerdos de infancia y adolescencia se refieren a él. Los violentos golpes que tuvo que soportar abrieron en él una profunda espiritualidad, y su dolor se hacía oración. El mero hecho de verle arrodillarse para rezar tuvo una influencia decisiva en mis años de juventud". Esta afirmación de Karol Wojtila, cincuenta años después de haber fallecido su padre, nos indican la importancia que el papel de padre puede llegar a tener.

        En cierta ocasión le recriminó por no cumplir bien un encargo que le había pedido el párroco, le dijo que no rezaba lo suficiente al Espíritu Santo y "me enseñó una oración. No la he olvidado. Fue la lección espiritual mayor, más duradera y más fuerte de todas las que haya podido sacar a consecuencia de mis lecturas o de las enseñanzas que he recibido".

        La anécdota referida a la vida espiritual vale igualmente para cualquier aspecto de la vida. El papel del padre es fundamental en la vida de familia y en la formación, felicidad y equilibrio emocional de los hijos e hijas. La base del ejemplo de vida, la cercanía y la exigencia constituyen la mayor y más eficaz de las autoridades, la autoridad moral.

¿Esto no se soluciona con pastillas?

        No pienso que sea malo tener cosas ni disfrutar de ellas. Lo que me parece antihumano es que prácticamente todo en nuestra vida gire en torno al consumo, y no necesariamente de cosas caras. Es fácil hacer la prueba, basta con preguntarse ¿cuanto he gastado hoy? ¿cuanto era necesario?.

        Algún libro, revistas, un par de cafés, unas gomas para el pelo, un memory stick. Artículos no demasiado caros, es cierto, pero el problema es que necesitamos comprar. Decía un amigo que cuando uno está un poco tristón la mejor manera de coger tono es irse a una gran superficie y comprarse algo, es como tomarse una pastilla para ir tirando.

        Cuando nos acercamos a la Navidad, la época más consumista del año, debemos prestar atención especial a lo que les transmitimos los adultos a los niños con nuestro comportamiento. Les damos de todo, muchas veces compramos cosas a los niños para suplir el tiempo que no les dedicamos y lavar nuestra mala conciencia. Comprar ayuda a superar la "depre" y el sentimiento de culpa, es decir estamos en el truco de tomarse una pastilla.

        Las encuestas afirman que el cincuenta y seis por ciento de los niños quieren pasar más tiempo con sus padres. ¿Que más deseos y anhelos tienen los niños? Cuarenta y nueve de cada cien dicen que quieren tener más hermanos, el cuarenta y tres quiere tener más tiempo disponible para jugar a lo largo de la jornada. De cara a la Navidad, el veintinueve por ciento no quiere tener más juguetes y el sesenta y nueve cree que tiene demasiados. Prefieren sentirse "escuchados y queridos" por sus familias que los bienes materiales"

        ¿Darles más hermanos? ¿dedicarles más tiempo? ¿escucharles? ..... Un sudor frío recorrerá la frente de más de uno y preguntará ¿esto no se puede solucionar tomando pastillas?