'Tiempo para hablar' y 'Sin padre no hay familia'
Aníbal Cuevas
La felicidad de andar por casa
La felicidad de andar por casa
Aníbal Cuevas
Tiempo para hablar

        Es necesario reivindicar el valor de la comida como acto social y familiar que además de ayudar a establecer relaciones con los hijos previene de problemas alimentarios. Alrededor de una mesa se dan las mejores circunstancias para hablar y compartir: tiempo, tranquilidad. Hay encuestas que revelan que más del veinte por ciento de los padres no cenan en casa.

        Recientemente una familia me comentaba que una amiga extranjera de una de las hijas había pasado unos días en su casa. Para esta familia las cenas son sagradas hasta el punto de descolgar el teléfono para no ser interrumpidos, es el momento del día reservado en exclusiva para contar sus cosas. Al finalizar la visita la amiga le confesó a la hija que lo que más le había gustado de su estancia en España eran las comidas y las tertulias que organizaban cada día. Afirmaba que en su casa se comía rápidamente y que no había tiempo para hablar.

        Hay que estar con los hijos, hay que buscar tiempo; lo necesitan y lo necesitamos.

Sin padre no hay familia

        La justa lucha de la mujer por ver reconocida su dignidad como persona y, por tanto, su igualdad con respecto al varón ha provocado situaciones en las que la sociedad se "ha pasado de vueltas".

        Una de las graves consecuencias de esta situación ha sido la perdida del papel de padre en las familia, lo que supone una grave pérdida para los niños tanto desde un punto de vista afectivo como psicológico, social o económico. El feminismo radical y la ideología de género imperantes han llevado a la mente colectiva la idea de que la fecundidad es asunto exclusivo de las mujeres. Esa idea junto al individualismo suponen una grave amenaza a la institución familiar.

        Caso distinto es la falta del padre cuando se debe al fallecimiento de este. Lógicamente la perdida del padre supone sufrimiento, pero es un sufrimiento distinto al que no ha conocido a su padre, se siente incompleto, no querido o abandonado.

        La existencia y el papel de padre forma parte fundamental de la familia.