El Dorado de la Familia
Aníbal Cuevas
La felicidad de andar por casa
La felicidad de andar por casa
Aníbal Cuevas

 

 

A pesar de todos los inconvenientes

        Desde la llegada de los descubridores españoles a América hubo algo que estaba en la cabeza de todos ellos: El Dorado, una ciudad de oro sobre la que los indígenas contaban leyendas y que situaban en el interior del continente.

        La búsqueda de El Dorado provocó que, durante siglos y desde distintos lugares, se abrieran caminos y se construyeran ciudades al paso de las distintas expediciones.

        Para muchas personas la familia es lo más importante, vale más que el oro o el dinero. Hace algunos años lei una interesante entrevista que le hacían a un periodista británico corresponsal en España del diario The Guardian.

        Vivía en España desde hacía más de veinte años y cuando le preguntaron que era lo que más le gustaba de nuestro país respondió: "Criar aquí a mis hijos. Todavía, España es El Dorado de la familia". A pesar del tiempo transcurrido y del grave deterioro de la situación española, creo que nuestra patria sigue siendo El Dorado de la familia, gracias al empeño y la generosidad de muchos matrimonios.

        Destaco estas palabras porque me parece que gozan de la autoridad de alguien que conoce la realidad de otros países, en especial la de Gran Bretaña, una sociedad rota por falta de familias estructuradas merced a políticas similares a las que se empiezan a practicar en España. Quizás por eso apreciaba lo que todavía tenemos en España. Sus palabras son un llamamiento para que protejamos la familia en España.

        España sigue siendo El Dorado de la familia a pesar de ser el país europeo que menos gasto social dedica a la familia: el 2 % frente al 8 %, a pesar de la poca o nula protección de que goza el matrimonio, a pesar de tener una de las tasas mas bajas de natalidad del mundo y de ser el paraiso de los abortos.

        A pesar de todo eso seguimos siendo El Dorado de la familia, es una buena noticia pero también una llamada para no perder lo que tenemos ya que de continuar con las políticas actuales dejaremos de serlo.