Recuperar la autoridad
Aníbal Cuevas
La felicidad de andar por casa
La felicidad de andar por casa
Aníbal Cuevas

        La autoridad se entendía como potestad, el derecho a ser obedecido. Ese concepto de autoridad ha hecho crisis, ha evolucionado porque la potestad no es autoridad, sino un componente de la misma. La autoridad real tiene que ver más con el servicio. Cuando se ama, se sirve. El servicio que tenemos que prestar los padres a los hijos es ayudarles a crecer como personas y enseñarles el camino de la felicidad.

        Muchas veces el problema radica ahí. ¿Cómo voy a enseñar a mi hijo a crecer como persona y a ser feliz, si yo, en el fondo, no sé ser feliz? Nuestra sociedad nos inculca la felicidad como momentos de placer que se consigue con las cosas. Esta realidad es frustrante ya que nuestro anhelo de felicidad es infinito y las cosas, como sabemos, son finitas, se acaban.

        Cualquiera que haya experimentado un momento de gozo por la labor bien realizada, por un momento de generosidad, por dar mucho más que por recibir, ha estado en contacto con la felicidad y, sin embargo, ha podido no ser consciente.

        Nuestra tarea como padres varones consiste en volver a casa, en estar en casa y procurar esos momentos a nuestros hijos. Si estamos dispuestos a empezar a crecer como personas, si nos damos cuenta de que podemos mejorar en virtudes (ser más generosos, trabajar mejor ....), estaremos en camino de recuperar la autoridad en el hogar.