Ser cercanos
La voluntad debe se la única cosa del mundo
que cuando está deshinchada necesita que la pinchen.

(Mafalda de Quino)
Victoria Cardona

Orientadora familiar y escritora
VIDA DE FAMILIA

Conciliar la vida familiar
Victoria Cardona

 

 

 

Y se olvida todo lo sufrido

        Y he aquí que Felipe, este personaje de Quino, conocido por muchos y querido por algunos –del que hemos disfrutado en sus viñetas– nos da con su frase una idea muy buena cuando nos habla de la voluntad: "necesita que la pinchen". Le damos la razón y esperamos que vuelva a escribir ya que hace poco decía en una rueda de prensa "que se le había acabado la cuerda", lo esperaremos, por el momento ha trabajado mucho y muy bien con los personajes que ha creado...

        Cuando nuestros hijos están motivados responden con celeridad a sus responsabilidades. Y los padres debemos no perder la paciencia, sin ella decaeríamos continuamente en nuestra tarea y los que perderíamos los ánimos seríamos nosotros, adultos, por no percibir resultados inmediatos en la educación de los hijos. Saber esperar siempre es una gran herramienta educativa y una loable actitud.

        Cuando los pequeños tienen buenos momentos es en el juego, o al menos a mí me lo parece. Es uno de esos momentos en que los podemos escuchar sin que nos vean, y quedarnos maravillados al ver las iniciativas, la creatividad, la imaginación y otros valores, en los que reconocemos que por muy malas noches, por muchas fiebres inoportunas o por muchos sacrificios que hayamos hecho al ser padres o madres, tenemos muchos instantes de contemplación; podemos entonces, entrever un rayo de luz en nuestra vida y nos damos cuenta de que el hijo nunca es una carga o, en el caso de costar, sería una carga ligera que se puede llevar con garbo.

        El hogar es el reducto de la intimidad, de la confianza. En el hogar se crean los vínculos afectivos que facilitan la comunicación y la convivencia. Los ánimos que insuflamos y las motivaciones que ideamos los padres, son los pinchazos que como Felipe necesitan los nuestros cuando no quieren hacer sus deberes y Mafalda nos regala esa frase.

        Para dar ánimos podemos pensar en el coaching, ese acompañamiento y seguimiento de los futuros ejecutivos que se hacen a la empresa, y aplicarlo en la vida de familia. Es, sencillamente, ver qué posibilidades tiene cada cual y potenciarlas. Pero, para ello, hemos de permanecer a su lado y cercanos siempre, como los entrenadores de los deportistas de élite, que es de dónde se ha elegido esta palabra.

Cuando hay cariño

        Secundamos el deseo del hijo y respetamos sus iniciativas, como en el caso de aquel pequeño que le sabía pedir a su padre: "Siéntate a mi lado, yo haré los deberes y tú me dirás: "muy bien, muy bien!" El niño le tenía confianza y expresaba lo que necesitaba. ¿Qué padre no habría atendido esa petición?: posiblemente, el tipo de padre gruñón que diría a su hijo que estaba demasiado agotado.

        Con esta expresión de elogio reconocemos un ingrediente para la educación de la voluntad: motivar a los hijos con un "muy bien", entusiasmado. Durante el tiempo que estamos con ellos encontraremos muchas ocasiones de hacerlo. Y es que para educar la voluntad de los hijos en el esfuerzo y la constancia hace falta estar sentados a su lado y animar. Tampoco nos costará tanto, si somos sinceros y tenemos memoria, recordando cuántas veces por una frase o por una palabra estimulante, de un familiar o de un amigo, hemos perseverado y sido constantes con algún trabajo que estábamos a punto de abandonar.

        Ser un padre o madre coach, que está cercano, anima y acompaña es un objetivo fácil de aplicar, cuando hay cariño y disponibilidad en bien de la felicidad de los hijos.