La hora de la familia
Tomás Melendo
Entrevista con Fernando Larrain, director de S.O.S. Familia
Terminada la ronda de conversaciones de la ministra de Igualdad, Bibiana Aído, con los diferentes movimientos a favor y en contra de la ampliación de la ley del aborto, entrevistamos a Fernando Larraín, director de S.O.S. Familia, uno de los movimientos que más se destaca por su lucha en defensa de la vida y de la familia.
Cómo digo que no a mi hijo adolescente

Como Vd. sabe, la ministra de Igualdad, Bibiana Aido, ha tenido hoy una ronda de conversaciones previa a la elaboración del anteproyecto de la ley de reforma del aborto con varios colectivos a favor y en contra del aborto. ¿Qué valoración le daría Vd. a estas reuniones que han habido a los largo de estos meses?

        Creo que se aplica muy bien en el caso el dictado popular: “primero se toma la decisión y después se hace la reunión”. No se trata de otra cosa que de dar una apariencia de diálogo para imponer una ley muy impopular, pero que hace parte de la agenda ideológica de la izquierda y el feminismo más radicales y extremistas.

En la rueda de prensa de hoy, la ministra dijo "que el Gobierno quiere con rigor, serenidad, con debate y con sosiego hacer la mejor ley posible. ¿Cree Vd. que lo está consiguiendo?

        Cuando se habla de la “mejor ley posible” me gustaría preguntarle a la ministra: mejor, ¿para quién? Para la patronal de las clínicas abortistas, no hay duda. Para el feminismo radical, realmente, colma sus aspiraciones. Pero para los seres humanos, que son sacrificados en el seno materno y para las pobres mujeres inducidas al aborto, es lo peor que se puede hacer.

Parece que Aído no aceptó ninguna de las propuestas de los científicos y académicos que se reunieron con ella y que, por el contrario, vio con muy buenos ojos todas las sugerencias de las Asociaciones que defienden el aborto libre, ¿qué opina de al respecto?

        Siendo la propia ministra una partidaria incondicional del aborto, no se podía esperar otra cosa. Aceptar cualquier argumento de la ciencia en este momento, implicaría aceptar que la vida humana comienza en el momento de la concepción.

        Si hay vida humana en un embrión y en un feto, ¿cómo justificar que los llamados defensores de los derechos humanos les nieguen el derecho a nacer y a vivir?

        Sería lo mismo que reconocer que se está legalizando un genocidio que ya alcanza en España a 120 mil niños al año. La ministra tiene que evitar el debate científico, como evitar el debate jurídico o el debate ético y más aún el debate religioso, que el aborto de por sí suscita. Y eso lo hace fingiendo que no oye, que no entiende o con meras descalificaciones.

¿Qué consecuencias cree Vd. que tendrá para la protección del no nacido, para las familias y para la sociedad, en general, si se llega a aprobar la ley del aborto a plazos.

        Las peores consecuencias: para el no nacido, grave peligro de ser asesinado. Para las madres, el peor de los riesgos para su salud psíquica y física. Para la familia, la más injusta de las violencias domésticas. Para la sociedad, la frustración de estar destruyendo su futuro, sus esperanzas y su alegría que constituyen sus hijos.

La ministra comentó también con los periodistas que el debate del aborto es un debate superado. Sin embargo, este domingo hemos podido asistir a una de las mayores manifestaciones a favor de la vida, ¿qué opinión le merece?

        Lo que aconteció el domingo pasado en las manifestaciones realizadas en toda España fue apenas el comienzo. A medida que la opinión pública se va dando cuenta del horror que es el aborto y que las fuerzas vivas y sanas de la España profunda se despiertan y organizan, la ministra y el Gobierno se darán cuenta que absolutamente no es un debate cerrado.

        Por el contrario, que ellos mismos han colaborado para hacerlo más actual e impopular que nunca. Tendrán que elegir entre aprobar la ley y perder las próximas elecciones generales, o postergar sus siniestros sueños de disponer de la vida y la muerte de los demás.