La nueva ley busca el mejor interés del niño y reconoce su derecho "a un padre y una madre".
Irlanda: sólo adoptarán matrimonios, sanos y con buena economía

Los niños irlandeses tienen derecho a un papá y una mamá
La Ley de Adopción 2009, recién presentada, incorpora en la legislación irlandesa formulaciones de la Declaración de Naciones Unidas de los Derechos del Niño y de la Convención de La Haya de Protección Infantil, según la cual "cada niño tiene derecho a un padre y a una madre" y "en cualquier adopción los intereses del niño prevalecerán sobre cualquier otro derecho".
Familia y autoestima

 

 

 

Ante todo, los derechos del niño

        Por eso, la nueva ley irlandesa especifica que los padres adoptivos deben ser un hombre y una mujer casados, deben haber mostrado "buen carácter moral", estar sanos y tener medios financieros adecuados para sostener al niño, antes de que se apruebe su adopción. Por lo tanto, no se acepta la adopción por parte de individuos solos ni parejas en cohabitación.

        Además, al matrimonio adoptante se le pide que entienda y apoye las necesidades del niño con respecto al trasfondo étnico, religioso y cultural.

        Irlanda, al contrario que muchos otros países, tiene incluso un Ministerio para los Niños y Jóvenes, presidido por Barry Andrews, quien ha insistido en que esta ley busca "respetar los derechos fundamentales del niño reconocidos en la legislación internacional".

        La presidenta de la federación gay-lesbiana de Irlanda, Ailbhe Smyth, ha protestado y ha pedido que la ley se "expanda para proveer igualdad de derechos de adopción entre todas las parejas, casadas o sin casar, del mismo sexo o de sexo opuesto".

        La activista gay no ha explicado por qué debe ser igualdad entre parejas y no igualdad de parejas con tríos, grupos más numerosos o comunales, o con personas solas.

        Tampoco acepta que no existe un "derecho de adopción", sino que lo que se reconoce –los Derechos del Niño– es el derecho del menor a tener un padre y una madre, derecho conculcado en los países que entregan niños a parejas del mismo sexo, como es el caso de España.