Narnia, una interpretación para padres de familia (6 de 7)
Francisco Sunderland
Colección Las crónicas de Narnia (7 libros)

 

 

 

 

Al principio ganan los malos, sólo al principio

La Batalla

        Mientras tanto se prepara la batalla entre el ejército de Aslan y las fuerzas de la bruja. Ésta también es una escena llena de simbolismo.

        Por un lado están los soldados del demonio que son horribles, como horribles son aquellos hombres que dejándose llevar por sus pasiones rechazan el amor hundiéndose en el más profundo egoísmo. Del otro lado está el pueblo de Dios, la Iglesia peregrina de Cristo. Estos últimos son los menos; la batalla parece desproporcionada.

        Entre los grupos de niños que interpretaban la película se encontraban muchos que habían participado en alguna actividad apostólica. Estos se dieron cuenta por propia experiencia cuán cierta parece esta desproporción en el mundo real. Parece que los que hacen el bien o los que piensan en los demás son mucho menos que los obradores del mal o que los soberbios.

        En esta escena Peter Pevensie parece representar a otro “Peter”: a Pedro, Vicario de Cristo en la tierra y cabeza visible de la Iglesia. Peter y Edmund se revisten con una armadura. Esta armadura puede representar su esperanza en la victoria pues San Pablo quiere que todos los discípulos de Cristo nos “revistamos la coraza de la fe y de la caridad, con el yelmo de la esperanza de salvación”.

        Autores cristianos relacionan a la prudencia (Peter) con el intelecto y a la justicia (Edmund) con la voluntad. Si se quiere ganar cualquier batalla contra el mal son estas dos facultades superiores las que deberán guiar al ejército.

        La batalla se desarrolla y parece que el diablo y sus tropas van a ganar. Parece inútil el sacrificio del centauro y de tantos otros héroes del ejército de Aslan. Esta parte nos recordó las persecuciones que sufrieron y sufren tantos cientos y miles de cristianos en toda la tierra a causa de la fe. Parece un sacrificio inútil porque la ventaja de la bruja es notable.

        Edmund es herido por la bruja. Tal vez este hecho podría simbolizar la herida en la voluntad que a todos nos infringió el diablo y el pecado cuyo nombre es concupiscencia. También Peter está siendo superado por la bruja en el combate cara a cara. Es como si la inteligencia por sí misma, es decir sin ayuda, no pudiera sobreponerse al mal.

        Sin embargo en el momento crucial llega Aslan al auxilio de Edmund y de Peter. Llega con un nuevo regimiento. Parecería como si Aslan dijera: no son los hombres quienes ganarán la batalla contra la bruja sino yo, por eso no hay que perder la esperanza; no hay que poner la confianza en las fuerzas humanas sino en Jesús y sólo en Él.

        Este nuevo ejército que acompaña a Aslan representa para nosotros la Iglesia triunfante: aquella de los santos y ángeles que están en el cielo y que luchan a nuestro lado aunque no los veamos.

También en la vida real

La Victoria

        Aslan triunfa. Dice un himno de la liturgia católica “Christus vincit, Christus regnat, Christus imperat”. La escena de la coronación es muy emotiva. Según nosotros es el momento en que el alma humana se encuentra gobernada por las virtudes. Es presagio de buenos tiempos: tiempos de paz, de trabajo, de bendición, de alegría, de abundancia.

        En este mismo contexto Lucy y el fauno ven a Aslan que se aleja caminando por la playa. Esta escena puede representar otro momento de la vida de Jesucristo: la Ascensión. La niña llora, pero el fauno parece consolarla al modo en que los ángeles consolaron a los apóstoles diciéndoles que Jesús volvería del mismo modo en que lo vieron partir.

        Esta escena también nos hizo pensar en un encuentro futuro que tendrían Lucy y Aslan en el quinto libro de la serie de Narnia. Al final de este libro el León le dice a Lucy que ella no volvería más a Narnia. La niña llora. Lucy le explica a Aslan que no llora porque le dijo que no volvería a Narnia, llora porque piensa que no verá de nuevo a Aslan. Aslan le responde que no debe llorar: él también está en el mundo de Lucy, en el mundo real, pero allí le conocen con otro nombre. Esta frase parece un poco intrigante, pero a nosotros nos resultó clarísima: pensaron que este nombre es Jesucristo.

La vuelta a casa

El Regreso

        La película tiene un apéndice que para nosotros no fue poco importante. Se trata de los cuatro reyes ya adultos que están cazando a un ciervo especial. ¿Por qué un ciervo? De entre todos los animales que podrían estar cazando, cazan un ciervo. Dice un salmo que como el ciervo va al agua, también los fieles van al Señor. Para los niños así como el ciervo regresa al bosque y se interna en él, así también los Pevensies van a la verdad, a la realidad de sus vidas: ¡a Inglaterra!

        Además hay otra novedad en esta escena. Según el libro y la película es Edmund quien toma la iniciativa y quien encabeza esta persecución, siendo que a lo largo de todo el film parecía que a Lucy le correspondía esta tarea de encabezar al grupo. Pero es que pensamos que el regreso a casa era justo, era por justicia que los niños regresaran a donde pertenecían. Justo es que volvieran con su madre que tanto los amaba.