1. Levante
a su hija temprano. También cuando haya salido por la noche.
2. Encárguele
que colabore en casa. Sí, ya sé que usted lo hace
todo más rápido y mejor pero se trata de que ella
trabaje.
3. Póngale
un horario de vuelta a casa razonable. Es muy posible que su hija
se enfade: no se estrese. Es lo normal: ella está en su
papel de pedir y usted en el suyo de no dar.
4. Déle
poco dinero o mejor intente que se lo gane ella. Ayúdele
a buscarse un trabajo: clases particulares, niños para
cuidar
Es formativo y es currículo para el futuro.
5. Si prefiere
que perfeccione los idiomas busque algo serio, intensivo y hágaselo
valer.
6. Pero
lo importante es que esté ocupada: nada de hacer varias
horas de playa todos los días. Su hija tiene casi tres
meses de vacaciones, ¿no le gustaría que participara
en algún proyecto solidario?
7. Pregúntele
cuántos viajes piensa hacer este verano. Se quedará
de piedra, sobre todo cuando se entere de que quiere pagarlos
con su dinero ( el de usted se entiende).
8. No permita
que se enganche a las fiestas de todos los pueblos de la comarca.
El ambiente resulta nefasto y usted pasará como el Quijote
las noches de claro en claro y los días de turbio
en turbio.
9. No le
compre ropa de mujer fatal: se comportará como tal. No
elija tallas algo pequeñas le entrará la obsesión
por adelgazar.
10. Acuérdese
de que Dios no se va de vacaciones. Facilítele la asistencia
a Misa el domingo.